​Despedidas y bienvenidas en la calle Alfonso de Zaragoza

El vencimiento de los alquileres antiguos aleja a algunos comercios, aunque otros renuevan la calle.

En el último año, la calle Alfonso ha cambiado mucho de cara. Algunos de sus comercios más célebres han tenido que cerrar sus puertas, aunque también se pueden encontrar nuevas incorporaciones.


Hogar Moderno es la última de las tiendas de toda la vida que ha puesto el cartel de ‘Liquidación por cierre’, pero en los últimos meses no ha sido la única. En el local de La Campana de Oro, desde finales de enero flores y una carta de despedida a empleados y clientes sustituyen a los abrigos de pieles.


Una de las razones es que los alquileres de renta antigua vencen el 1 de enero de 2015 y su precio puede subir mucho, según explica María Pilar Martínez, presidenta de la asociación de comerciantes sector Alfonso. “No son muchos para la cantidad de locales que hay, pero si son personas a punto de jubilarse, cierran porque no les salen las cuentas”, explica.


Los espacios pequeños enseguida tienen un nuevo comercio que los llene, pero con los grandes es más difícil. No solo porque sean más caros, sino porque montar un negocio de esas características no es cosa fácil. Las empresas que se animan a reabrirlos “suelen ser grandes compañías o franquicias”, apunta. Si el comercio ha estado abierto desde hace muchos años, ocupar el local es todavía un poco más complicado, porque muchas veces necesita reformas. Por ejemplo, “si tiene más de 20 años, hay que cambiar la acometida de la luz”, indica.


Además, algunos de los locales tienen escaparates catalogado por su interés cultural, por lo que realizar un cambio es casi misión imposible. “En un caso, se echó atrás cinco proyectos, lo que cuesta mucho dinero”, recuerda.


El traslado de algunos servicios públicos de la zona, como el Ayuntamiento o los juzgados ha disminuido además el número de compradores, además de que desde la llegada del tranvía, este es el único que llega hasta allí. “Ha cambiado mucho el público de la calle”, reconoce Sebastián Espa, dueño de La Parisien. Sus escaparates han tenido muchos compañeros diferentes en los más de 100 años que llevan instalados en esta céntrica calle.


Su familia lleva regentando el negocio desde 1940 y la clave de la longevidad la tienen clara: “hay que moverse”. Para su tienda, esto ha significado estar presentes en internet, lo que les ha llevado incluso a abrir un ‘corner’ en Madrid. “La gente toma la decisión de compra por internet, y además no se fija tanto en el precio”, explica.


Espa lamenta los cierres de algunas tiendas tradicionales como la suya. “Ahora a la calle Alfonso no vienes a comprar unos pantalones, porque solo hay una tienda donde antes había seis o siete”, recuerda. Sin embargo, se muestra optimista acerca del futuro de este sector comercial: “sigue siendo una de las mejores calles de Zaragoza y se siguen abriendo tiendas”.

 Nuevas aperturas

Desde la asociación de comerciantes apuntan a algunas aperturas en los próximos meses, aunque todas no se puedan avanzar. La más cercana es la de la tienda de complementos Dayaday, perteneciente al grupo Tous, que desde finales de julio ocupará el local del número 1. Su buena ubicación, en el centro y en una zona peatonal, y el gran número de personas que pasan por allí, son las razones de que se hayan decidido por este lugar. Será su única tienda en Zaragoza, al menos hasta que se formalice una próxima inauguración en Puerto Venecia.


Es una pena que cierren los comercios de toda la vida, pero estamos encantados de que haya también nuevos, porque se cambia la oferta y nos viene bien a todos”, aseguran los comerciantes.