Se construyó en 2010 y, desde entonces, lleva cerrado. Cerrado y tapiado, aunque esta medida de protección hubo que tomarla tiempo después para evitar actos de vandalismo. El parquin subterráneo del parque Bruil, situado en la calle de Vicente López Abadía, lleva tres años largos en desuso y no tiene visos de ir a albergar coches en breve. Ayer el grupo municipal del PP criticó «el retraso exasperante» que acumula su puesta en servicio y exigió que se licite «de manera inmediata la concesión de este equipamiento», en palabras del concejal Julio Calvo.

El aparcamiento se financió con el Fondo Estatal de Inversión Local, costó un millón de euros (otros cuatro la guardería anexa) y, con sus cerca de 200 plazas, estaba llamado a solucionar los problemas de aparcamiento del barrio. Sin embargo, su historia es la de un retraso tras otro y, en más de un comisión de Servicios Públicos, la concejal Carmen Dueso ha mostrado sus dudas de que, en plena crisis, haya interesados en participar en un concurso público para lograr la gestión del proyecto. 

 En el caso de que una empresa apostara por explotar el servicio, tendría primero que adecuar el interior del recinto porque actualmente solo existe lo que los técnicos llaman ‘la caja’, esto es, la estructura básica del subterráneo. Así, la futura adjudicataria tendría que pintar, señalizar, acondicionar las rampas, instalar barreras, máquinas de pago, etcétera.

Calvo recordó ayer que, durante la inauguración de la escuela infantil del parque Bruil en 2012, el alcalde Belloch aseguró que se pondría en marcha el parquin «de forma inmediata». Y, aunque en más de una ocasión se ha iniciado la redacción de los pliegos de condiciones, experiencias fallidas como las de los aparcamientos de las calles de Moret y de Reina Sofía parecen haber hecho desistir al Consistorio. 

Los populares Calvo y Espinosa lamentaron ayer por estar «ante un fiasco administrativo que pone en evidencia la parálisis de toda la gestión municipal» y cuestionaron las «extrañas prioridades de Belloch, que acomete obras sin tener claro cuándo entrarán en funcionamiento ni su utilidad posterior». Por todo esto, el PP trasladará el asunto a la próxima comisión de Servicios Públicos para que Dueso explique cómo se encuentra el proyecto y cuál va a ser el calendario a seguir. 

Mientras tanto, los vecinos del barrio siguen sufriendo problemas de aparcamiento –que no se alivian ni siquiera en verano– y confían en que el venidero parquin, aunque sea público, reserve algunas plazas en venta o alquiler para los residentes de la zona.