El colegio de Santo Domingo recupera su alero tres meses después de que se desplomara

Urbanismo también ha revisado los dos torreones para descartar problemas de humedades

El colegio, en la calle Predicadores, ya con su alero repuesto.
El colegio, en la calle Predicadores, ya con su alero repuesto

Hace unos días que se retiraron los andamios y el alero labrado del colegio de Santo Domingo vuelve a lucir con todo su esplendor. Las obras de restauración han devuelto el brillo al remate del palacio del siglo XVI y aspiran a borrar el susto a los vecinos de Predicadores que fueron testigos de cómo el pasado 4 marzo se desplomaban sobre la calle casi 20 metros lineales del alero. No hubo que lamentar víctimas gracias a que el derrumbe se produjo de madrugada, pero sí que quedaron dañados cinco coches aparcados y, sobre todo, el edificio –catalogado como de interés monumental– evidenció su creciente deterioro a pesar de estar en uso.


Fuentes del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza explicaron esta semana que los trabajos de restauración estaban previstos para cuatro meses pero pudieron acometerse en apenas dos y medio. "El principal problema eran las humedades y, por eso, hubo que repasar todo el alero para detectar posibles zonas huecas o piezas sueltas a lo largo de su traza", explican.


El Ayuntamiento asegura que "el inmueble cumple con las garantías de seguridad más absolutas" y que, además de reparar el alero, se ha vuelto a comprobar que la cubierta está en perfecto estado, se han revisado los torreones que rematan el palacio y se han limpiado y asegurado los canalones. De momento no se facilitan más detalles técnicos sobre la intervención dado que estos serán presentados en la próxima comisión del área. No obstante, Bomberos y técnicos municipales ya apuntaron como causa más probable del desprendimiento que la madera se había podrido.


Fuentes municipales insisten en que el desplome del alero del edificio no afectó en ningún momento a la habitabilidad del colegio, que no vio interrumpida su actividad, salvo porque durante semanas el acceso a la escuela hubo de hacerse por la puerta del paseo de Echegaray y Caballero. Durante los meses que permanecieron los andamios en la fachada hubo que acotar la zona para reponer también el material urbano que se dañó: ocho metros de vallas verdes de protección quedaron destrozadas y una farola se partió en dos.


El edificio de Predicadores –antiguo palacio de los duques de Villahermosa, que también albergó una cárcel de mujeres y unos juzgados– se levantó en el siglo XVII y su fachada está catalogada como de interés monumental. El alero que se vino abajo había sido revisado por última vez en el año 2010 sin que se percibieran problemas.