El camionero que sobrevivió al ataque en Plaza reconoció a uno de los agresores

La víctima, que estuvo varios días en la uci, identificó al vecino de La Almunia Noé A. C.

La agresión se cometió en esta pasarela que une las dos zonas del centro comercial Plaza Imperial.
La agresión se cometió en esta pasarela que une las dos zonas del centro comercial Plaza Imperial

La discusión previa que desencadenó el robo y agresión a dos camioneros –y la posterior muerte de uno de ellos por los golpes sufridos– fue presenciada por un trabajador del casino Latinos de Plaza Imperial y grabada por las cámaras de seguridad del local. El trabajo de investigación de la Guardia Civil, a partir de estos hechos, derivó en la detención de Noé A. C. y Alberto R. O. como presuntos autores de los delitos de robo, lesiones y homicidio. Sus pesquisas se vieron apuntaladas por el reconocimiento que la víctima que sobrevivió al ataque, Antonio Manuel C., hizo de Noé A. C. como la persona que le atracó en compañía de otro. Así lo recoge el juez en el auto en el que ordenó la prisión provisional de los dos sospechosos.


El titular del Juzgado de Instrucción número 7, Rafael Lasala, relata en su escrito otra serie de pruebas que le presentó la Guardia Civil y que corroboran la implicación de los dos detenidos en el crimen. Entre ellas, la grabación la misma noche de la agresión de la furgoneta Peugeot Patner 6704-FCH, usada por Noé A. C., así como otras filmaciones en las que se puede ver a Alberto R. O. vigilando el casino en espera de que salieran los dos camioneros portugueses a los que les había tocado un premio de cerca de 2.700 euros. Además, los agentes aportaron los testimonios de conocidos de Alberto R. O. que contaron que este les reconoció que tenían dinero por haberlo robado a "unos que habían ganado un premio" en el bingo del centro comercial. Incluso, cuando HERALDO publicó la noticia de que uno de los agredidos había muerto, admitió que "el tema se les había ido de las manos".


En el sucinto relato de hechos que el magistrado hace en su auto, explica que José Manuel Martins, de 44 años, y Antonio Manuel C. llegaron al casino del centro comercial entre las 19.00 y las 19.30 del pasado 10 de abril. Dentro estaba ya Noé A., pues llevaba jugando desde las cinco y cuarto de la tarde y había perdido 500 euros en las máquinas tragaperras. Apenas habían pasado unos minutos cuando Antonio Manuel C. consiguió un premio de casi 2.700 euros, lo que llamó la atención de Noé A., quien se dirigió al camionero portugués para que le diera dinero y recuperar lo perdido, a lo que Antonio Manuel C. se negó, a pesar de su insistencia.


Esta maniobra le sirvió al vecino de La Almunia para percatarse de que la cartera del transportista estaba repleta de billetes, por lo que empezó a tramar un plan para conseguir quitárselos. Lo primero que hizo fue irse a su pueblo y buscar un cómplice que le ayudara en sus planes y encontró a Alberto R. O., quien le acompañó por la noche hasta el centro comercial.


Como a Noé A. ya le conocían en el casino, fue su compinche quien entró para ver si los dos camioneros estaban todavía dentro y esperarlos en las proximidades de la pasarela peatonal que sortea la A-2 y une las dos zonas del Plaza Imperial. Al salir, les abordaron de forma sorpresiva, con la cara cubierta con las mangas de las prendas que vestían y que habían cortado a modo de bragas, y les golpearon con gran violencia."Ninguno detuvo la paliza"

"Manuel Martins murió a consecuencia de los golpes sin que ninguno de los partícipes en la acción hiciera nada para detener la paliza hasta que se vieron con el dinero", dice el juez.


Sin embargo, cuando ya se habían alejado unos metros del lugar y se habían quitado los trapos con los que se tapaban el rostro, se percataron de que en la billetera no había dinero, por lo que volvieron a cara descubierta hacia donde estaban las víctimas malheridas y las volvieron a golpear hasta que lograron encontrar los billetes que uno de los camioneros guardaba en un sobre en uno de los bolsillos traseros de su pantalón.


Fue en este segundo ataque cuando Antonio Manuel pudo ver con claridad la cara de uno de los atacantes, al que luego identificó como Noé A. C., de 30 años. Este individuo reconoció el día que declaró ante la Guardia Civil y luego ante el juez, asistido por la letrada Carmen Sánchez, que había cometido el robo pero no el homicidio, hecho que atribuyó a Alberto R. O., de 24 años, quien, defendido por el abogado Javier Notivoli, se acogió a su derecho a no declarar.