El Ayuntamiento de Ontinar del Salz ha iniciado una recogida de firmas para exigir al de Zuera que atienda sus reclamaciones económicas. Ambos consistorios están enfrentados por la financiación de esta entidad local menor en un conflicto que cada vez está más enconado. De hecho, el alcalde ontinense, el popular Santiago Azón, avisa de que el siguiente paso será movilizar a sus vecinos. Por su parte, el regidor zufariense, Antonio Bolea –también del PP–, responde que va a esperar a que fallen los tribunales. "Ellos presentaron el contencioso –destaca–. Ahora, a ver qué dice el juez".

Ontinar de Salz, una población de unos 800 vecinos, es una entidad local menor dependiente de Zuera. Su financiación se regula por un convenio firmado entre ambos ayuntamientos en 1996 que establece cuáles son los ingresos y los gastos que le corresponden al Consistorio ontinense. El de Zuera le transfiere dinero periódicamente y al final de cada año se hace una liquidación que debe ser aprobada por cada corporación.

Aunque en el pasado ya hubo otros, el litigio actual surgió de un desacuerdo sobre la liquidación del ejercicio 2010. Zuera reclamó a Ontinar 88.000 euros al considerar que a lo largo del año le había transferido más dinero del que le correspondía. Por contra, la entidad local menor alegó que no solo no era así, sino que el municipio le tenía que traspasar otros 70.000 euros más.

El Ayuntamiento de Ontinar presentó un contencioso que año y medio después todavía no se ha resuelto. Mientras, las liquidaciones de 2011, 2012 y 2013 también siguen pendientes y el alcalde ontinense sostiene que en esos años la deuda de Zuera con su entidad local menor ha ido creciendo hasta superar el medio millón de euros.

Las posturas están totalmente enfrentadas, ya que el primer edil zufariense defiende que es Ontinar quien debe dinero a Zuera. Por eso el Consistorio ontinense ha iniciado una recogida de firmas para presionar al municipio del que depende. "En una semana ya hemos reunido unos 500 apoyos", destaca Azón, quien avisa de que "lo siguiente será convocar movilizaciones". "No vamos a dejar que acaben con la entidad local menor y la conviertan en un simple barrio como pretenden", subraya.Buzoneo previo

La recogida de apoyos ha ido precedida del buzoneo de un escrito en el que el Ayuntamiento ontinense critica al PP de Zuera por "reírse" de Ontinar y por comportarse "feudalmente" y alerta de que "la indefensión injusta" que sufre "está obligando a realizar un plan de ajuste". "Ya hemos dejado de contratar a dos personas para el mantenimiento de las piscinas, y si esto no se arregla pronto habrá que tomar otras medidas –asegura Azón–. Este año Zuera solo nos ha transferido 30.000 euros y así es imposible mantener los servicios".

Además, en el folleto buzoneado se acusa al Consistorio zufariense de pretender que la entidad local menor no siga recaudando el impuesto de circulación y de no querer ratificar una operación de tesorería con la que Ontinar intenta obtener liquidez. "Están en su derecho de no hacerlo, pero han mareado la perdiz durante dos meses para retrasarlo todo", denuncia el alcalde ontinense.

Por su parte, el primer edil de Zuera insiste en que serán los jueces los que aclaren quién tiene razón. "Cuando haya sentencia sobre la liquidación de 2010 sabremos a qué atenernos en todas las demás", recuerda Bolea, quien niega estar retrasando la ratificación de la operación de tesorería. "Ellos aprobaron un acuerdo plenario que decía que, si Ontinar no podía devolver el dinero, Zuera se haría cargo de la deuda –destaca–. Eso es inaceptable y por eso, tras pedir un informe a la DGA, les hemos dicho que supriman ese punto".

El alcalde zufariense asegura que las trabajas para que ambos ayuntamientos tengan actualizado el padrón del impuesto de circulación son "mutuas" y asegura que Azón está utilizando a los trabajadores del Consistorio ontinense. "Les debe tres nóminas y tenía que haberles pagado con los 40.000 euros que le hemos transferido este año (10.000 de ellos correspondientes a 2013)", sostiene Bolea.

El Gobierno de Aragón ya medió sin éxito para intentar buscar una solución al conflicto. Ahora, es la Diputación de Zaragoza quien está haciendo de intermediaria para tratar de llegar a un acuerdo que sea aceptado por ambas partes.