De bares con inmigrantes

En un 'testing' de SOS Racismo Aragón se verificó que dos locales de ocho pusieron impedimentos.

Subsaharianos intentando entrar a un bar
De bares con inmigrantes

Ser inmigrante cierra las puertas de algunos bares. Por ello, este sábado, la organización SOS Racismo realizó un 'testing' en Zaragoza. Durante esta prueba se fue comprobando cómo en algunos locales se les ponían impedimentos para poder acceder.


Desde la organización se contactó con diez hombres de cinco nacionalidades diferentes, aunque al final algunos no pudieron acudir al encuentro. Un latino, un gitano, dos árabes, dos subsaharianos y la pareja local conformaban el elenco para realizar este experimento.


En este orden acudían a la puerta de cada bar, con 3 minutos de diferencia entre unos y otros para que no pareciera que iban juntos. Al llegar saludaban al portero y entraban. Pero no siempre fue tan sencillo. En uno de los locales se les puso impedimentos a todas las razas excepto a la española.


A los latinos, gitanos y árabes se les dijo que la entrada costaba 6 euros cuando el acceso era gratuito. A los subsaharianos se les aseguró que necesitaban llevar una pulsera porque se estaba celebrando una fiesta privada en el interior. Cinco minutos más tarde llegaron los españoles. Para ellos, no había ni precio ni fiesta privada.


"Llevo desde los catorce años en España y siempre salgo con mis amigos, todos españoles, y nunca me han discriminado, sin embargo, lo que he visto esta noche me ha afectado", afirma uno de los marroquíes que se encontraba en la prueba. "Está muy mal que a los españoles no les pidan dinero por la entrada y a nosotros seis euros", puntualizaba con tristeza.


Pero este no fue el único establecimiento en el que hicieron diferencias. En otro local de la capital aragonesa dejaron entrar tranquilamente a todos los colectivos, excepto a los subsaharianos, quienes tuvieron que presentar su documentación y estar un rato hablando con el portero para poder acceder al bar.


"Ya es la cuarta o tercera vez que no me dejan entrar a un local, pero casi siempre son los mismos", explica uno de los subsaharianos que participaba en el 'testing'. Además, añadía: "Si a todos nos pidieran la documentación, no le daría importancia, pero las diferencias son lo que me molesta".


Sin embargo, estas diferencias solo se vieron en dos bares a lo largo de toda la noche. En los otros seis que se visitaron, el acceso y el precio de la entrada fueron los mismos para todos.


Al finalizar, Roberto, perteneciente a la pareja de zaragozanos, aseguraba que le había parecido una experiencia muy interesante. "Estoy sorprendido porque de estas cosas no eres consciente hasta que no las ves", puntualizaba.


Doble objetivo


Desde SOS Racismo Aragón aseguran que esta prueba tenía un doble objetivo. "Por un lado, queríamos comprobar qué bares eran los que ponían trabas a determinados colectivos, por el otro, queremos denunciar los hechos de discriminación para que se establezca una referencia en los juzgados españoles", señalan desde la organización.


Para ello, todos los participantes acudían a la puerta de los establecimientos con una grabadora en el bolsillo. De esta forma podrán demostrar cómo en diez minutos la versión del portero de un bar cambiaba del "hay que llevar pulsera para entrar", que se les decía a los subsaharianos al "bienvenidos", con el que recibían a los españoles.


En el resto de España


Esta prueba también se llevó a cabo en otras ciudades españolas. La Coruña, San Sebastián, Madrid y Barcelona son las otras elegidas. Desde SOS Racismo han destacado que en todas las localidades participantes ha habido problemas en la entrada a algún establecimiento. Además, señalan como excusa más común la celebración de una fiesta privada. También han percibido como en algunos locales cambiaban el precio de la entrada para los extranjeros. 


Como organización esperan que con estos datos, el Gobierno vuelva a poner en marcha la elaboración de una ley integral de lucha contra la discriminación.