Condenan a 18 años al policía nacional que asesinó al marido de su amante en Valladolid

José Manuel Martínez Falero, destinado en Zaragoza, deberá pagar 75.000 euros a los hijos de la víctima y no podrá acercarse a ellos

José Manuel Martínez, declarado autor del asesinato por un jurado popular, durante el juicio.
José Manuel Martínez, declarado autor del asesinato por un jurado popular, durante el juicio

La Audiencia de Valladolid condenó ayer a 18 años de prisión al policía nacional José Manuel Martínez Falero, destinado en Zaragoza, por el asesinato de Rufino Arnanz, marido de su amante, el 21 de noviembre de 2011. Además, deberá pagar 75.000 euros a cada uno de los hijos de la víctima –A. A. R. y S. A. R.–, tendrá prohibido comunicarse o aproximarse a ellos y no podrá vivir en Valladolid, lugar donde cometió el crimen, en un plazo de al menos 28 años.


La sentencia llega tras el veredicto del jurado popular emitido el día 9, que declaró al procesado culpable de un delito de asesinato con circunstancia agravante de disfraz, dado que escondió su rostro con una bufanda, se cubrió la cabeza con una capucha y se vistió con prendas oscuras para no ser reconocido. La Fiscalía solicitaba 19 años de cárcel, mientras que los abogados de los hijos y de la viuda del fallecido reclamaban 20. Su letrada, que pedía que fuese declarado inocente por no haber pruebas objetivas y directas que le incriminasen, anunció su intención de recurrir ante la Sala de lo Civil y lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. El policía, de 55 años, negó ser el autor del crimen y explicó que el día de autos había ido a Valladolid para romper la relación que mantenía desde 2009 con Rosa R. C., la esposa de su víctima, dado que en su opinión, el romance era "tóxico y destructivo".


Ambos habían sido novios a los 14 años y volvieron a contactar a través de las redes sociales a espaldas de sus respectivas parejas. Al descubrirles, Arnanz se negó a aceptar o a tolerar la aventura, lo que provocó numerosos enfrentamientos entre ellos, cruces de llamadas y correos electrónicos amenazantes. El 21 de noviembre, después de haber trabajado un día antes en un colegio electoral, Martínez viajó hasta la capital del Pisuerga con la intención de hablar con su amante, pero tuvo que posponer el encuentro hasta la tarde.


Una vez en la ciudad, aparcó el coche en una calle de fácil salida y se acercó a la calle de Narciso Pérez, lugar en el que la víctima tenía aparcado su vehículo. Al salir de casa para ir a trabajar, Arnanz fue abordado por detrás por el policía, quien le asestó una primera puñalada que penetró en la cavidad torácica y una segunda mortal de necesidad. El acusado, sin embargo, sostuvo durante el juicio que al vislumbrar a lo lejos un dispositivo policial decidió marcharse. Su coche fue fotografiado por un radar a casi 16 kilómetros de la capital a las 8.25, 20 minutos después de la agresión.


Varios testigos le situaron a las 7.20 cerca del lugar de los hechos y otros aseguraron haberle visto irse corriendo poco después de cometer el crimen. Asimismo, durante el juicio, Rosa R. C. aseguró que su amante estaba obsesionado y que le hacía chantaje emocional. De hecho, según su versión, llegó a amenazarla con contar todo a sus hijos porque "no se daba por enterado" de que eran "solo amigos" desde diciembre de 2010.