Aunque la iniciativa de los microhuertos de alquiler fue privada, el Ayuntamiento no tardó en ‘subirse al carro’ aprovechando la fiebre ciudadana por las tomateras y consciente de que había crédito económico que rascar. Hoy son casi mil huertos municipales los que se han dispuesto a lo largo y ancho de la ciudad, contando con lo que acaban de estrenarse en Casablanca y los que están a punto de caramelo en Parque Goya.

Muchos de los interesados se sorprenden de los altos precios de las parcelas municipales, habida cuenta de que las privadas salen más baratas. Por ejemplo, 50 metros cuadrados en los huertos privados de La Almozara cuestan 20 euros; por las parcelas del mismo tamaño en los municipales de Casablanca se pagan 25 euros. Aún hay más diferencias cuando los huertos son más pequeños porque los de 30 metros cuadrados cuestan 15 euros en las iniciativas privadas y hasta 25 en los tutelados. Además, conforme se aleja uno del ‘epicentro zaragozano’ se obtienen mejores ofertas (hasta un 40% más baratos) en microhuertos de Juslibol, Casetas o Monzalbarba, que tienen la ventaja de estar en medio del campo (sin interrupciones de torres eléctricas o ruidos de autopistas cercanas)aunque requieren un desplazamiento de, al menos, diez minutos.

Fuentes consistoriales aseguran que la diferencia de precios no hace sino reflejar una diferencia en los servicios, dado que en los huertos que sacó a concurso el Ayuntamiento se ofrecen también herramientas, asesoría e incluso cursos de iniciación a la agricultura ecológica, pero estos mismos ‘extras’ también forman parte de la oferta privada. Acaso, y solo en algunos espacios concretos, las únicas distinciones hacen referencia a la facilidad de los accesos, la disponibilidad de zonas de aparcamiento o la existencia de baños públicos o alguna pérgola de sombra con espacios comunes.

Promotores de huertos privados, como Emilio Comín, responsable de parcelas de Huertolandia (en La Almozara y La Cartuja), explican que sus precios también incluyen "el agua que está a disposición todo el día, herramientas (excepto la azada), asesoramiento y cursos gratuitos a los usuarios". Están incluidos algunos tratamientos fitosanitarios y se proporciona también de forma gratuita abono orgánico y abono mineral. "Los del Ayuntamiento los pueden poner a todo trapo, con los pozos y vallados, pero al fin y al cabo las labores agrícolas son las mismas y nosotros las ofrecemos a precios más bajos", apunta Luis Villalba, responsable de unos 2.000 metros cuadrados de tierra productiva en Monzalbarba con medio centenar de parcelas (www.huertoszaragoza.es).Tocar techo

Villalba considera que la fiebre por las tomateras hace tiempo que tocó techo y el afán del agricultor ‘amateur’ se ha estancado porque "la oferta ya es excesiva". La competencia municipal hace hecho polvo a algunos de estos promotores privados, que aseguran que muchas de las parcelas del Ayuntamiento, aún comercializadas a precios más altos, no serían rentables sin las ayudas públicas.

Tampoco pueden los huertos municipales arrogarse la iniciativa de reservar parcelas destinadas a familias sin recursos. Ya en muchos huertos privados se ha dejado de cobrar a las personas que han perdido el empleo y no acceden a prestaciones o apenas ingresan el subsidio mínimo. Y hay huertos cedidos gratis a asociaciones sin ánimo de lucro, siempre teniendo en cuenta que con unos 50 metros cuadrados se pueden cubrir las necesidades de una familia.

En las áreas municipales, también hay huertos subvencionados y, por ejemplo, en los nuevos de Casablanca si el precio es de 0,5 euros el metro cuadrado, las parcelas destinadas a familias sin recursos se rebajan a 0,2 €/m2 al mes (10 euros). Los venideros de Parque Goya (su plazo de preinscripción finaliza el 30 de mayo) los gestionará la Asociación para la Cultura Preventiva, el Medio Ambiente y Saber Actuar en Primeros Auxilios, que también tiene previsto reservar algunos para proyectos educativos y de inclusión social.