Nace el Espacio Ariadna para resolver problemas de violencia de hijos a padres

La Fundación de Atención Integral al Menor pretende llenar así un vacío que había en Aragón en la atención a niños y adolescentes que generan conflictos graves en la familia.

¿A quién le cuentas que tu hijo te contesta mal, te tira un plato o incluso te agrede? Hasta ahora, las respuestas a esta pregunta eran muy limitadas. Los padres de menores violentos tienen miedo a ser culpabilizados de esta situación o incluso vergüenza de vivirla y, por lo tanto, muchos de ellos ocultan el problema. Los que tienen medios y quieren, acuden a un psicólogo para abordar de la forma más privada posible la cuestión.


Pero desde hace muy poco tiempo existe un recurso que viene a llenar un gran vacío que había en la atención a los menores y sus familias. La Fundación para la Atención Integral al Menor (FAIM) ha puesto en marcha el Espacio Ariadna, un centro para atender a familias en las que se registren expresiones de violencia por parte de los menores.


Este centro, ubicado en pleno Casco Histórico, ha comenzado a dar sus primeros pasos con un equipo multidisciplinar de profesionales (médicos, psicólogos, educadores...) con una amplia experiencia con menores, logrado con su trabajo en el Centro de Educación e Internamiento por Medida Judicial de Aragón de Juslibol y en la antigua residencia de acogimiento Los Olivos, entre otros.


Espacio Ariadna nace con la intención de ofrecer a las familias «alguien que te escuche y no te culpabilice», asegura su responsable Miguel Ausejo, médico de la fundación con una amplia experiencia en este campo.


Son muchas, según este experto, las razones que llevan a los menores a generar situaciones de violencia: «Experiencias negativas, pérdida de rumbos, consumo de alcohol o drogas...». Y es que, señala, las dificultades de los padres para educar a sus hijos pueden aparecer desde la infancia y no se ciñen a la adolescencia.

Imitar actitudes

La sociedad actual no ayuda en esta tarea, añade este médico. Considera que la sociedad, en general, dada la situación económica, es menos respetuosa y tolerante, hay muchos nervios y para los adultos es muy difícil controlarse delante de sus hijos que, insiste, «aprenden lo que ven». Si a eso le sumamos que «a lo adultos no les gusta verse reflejados en los niños...», añade el responsable del centro.


Aunque los promotores llevan trabajando desde otoño, de momento se han centrado en la organización del proyecto y en su difusión por diferentes servicios sociales, la Fiscalía de Menores, centros educativos... Es ahora cuando está empezando a rodar con la concertación de citas con los menores y sus padres.


Pedro Coduras, gerente de FAIM, destaca que su función principal será «recomponer la situación familiar, entender lo que pasa y proponer intervenciones para recuperar el diálogo entre sus miembros y el reconocimiento de las diferencias que les separen».


El equipo del Espacio Ariadna trabajará desde dos ámbitos diferentes.Por una parte, médicos y psicólogos abordarán el tratamiento terapéutico, con sesiones con las familias y cada uno de sus miembros (unas tres horas a la semana). Pero, por otra, habrá un educador que «confirme» la propuesta que se está haciendo en los propios hogares, en el barrio o en los centros escolares. «El objetivo es revisar que se cumplen los compromisos, como un hermano mayor con sentido y criterio», aclaró Coduras.


El Espacio Ariadna ha comenzado ha funcionar gracias a una ayuda del Plan Impulso. Como es un centro privado social, el planteamiento de sus responsables es informar a las familias de lo que cuesta la terapia pedirles «lo que puedan aportar» ya que, añadió, el «criterio de corresponsabilidad es bueno para apreciar el trabajo que se hace.