Los vecinos se comprometen con un Casco Histórico Socialmente Responsable

A partir de ahora también pueden adherirse al movimiento personas individuales.



Desde que la propuesta para construir un Casco Histórico Socialmente Responsable se puso en marcha a finales de 2012, se han adherido 62 entidades (entre administraciones, asociaciones y empresas) que, con su firma, se han comprometido a dar una dimensión añadida a sus actividades en el barrio. Desde hace menos de un mes también pueden sumarse al movimiento los vecinos a título personal. Al rellenar la ficha disponible en la web, los particulares que lo deseen pueden entrar a formar parte de un proyecto que pretende fomentar una "nueva manera de hacer las cosas", de forma que cada actor del Casco Histórico de Zaragoza sea consciente de que sus acciones tienen un impacto en el entorno y piense que, cuanto más positivo sea éste, mejor.


"Lo que queremos es abrir una reflexión sobre la forma de hacer las cosas", aclara José Manuel Latorre, coordinador del proyecto de Intervención Comunitaria Intercultural de Obra Social 'la Caixa' desarrollado en Zaragoza por la fundación Federico Ozanam. "La propuesta pretende aplicar a lo local el concepto de la responsabilidad social corporativa solo que aquí la empresa es el propio barrio -continúa Latorre-, activar un proceso comunitario en el que participen todos los agentes: administraciones, técnicos, recursos públicos y privados, vecinos, comerciantes… todos". En definitiva, potenciar las relaciones y la proximidad para fortalecer las redes sociales del barrio.

Futura aplicación móvil

Como objetivos a corto plazo, los promotores de esta 'filosofía de barrio' están gestando una aplicación que servirá como agenda del barrio y monitorizará todas las actividades de tipo económico, social, deportivo, cultural y medioambiental que organicen las distintas administraciones y entidades en el entorno del Casco. José Manuel expone que será la "primera aplicación destinada a promover y comunicar lo que hace el barrio" y que servirá, además de para informar a los ciudadanos, para mantener en contacto a todos los actores y así no desperdiciar recursos duplicando actividades.


Esta misma primavera pretenden, además, lanzar un concurso tanto de buenas prácticas socialmente responsables que ya se estén llevando a cabo en el Casco Histórico como de ideas a desarrollar en el futuro. Con todas las propuestas presentadas se realizará una memoria de buenas prácticas socialmente responsables en el Casco.

Involucrar a las empresas

Las otras líneas de trabajo consisten en mejorar la dimensión socialmente responsable de las actividades que ya se hacen en el barrio y en apoyar y aconsejar a las entidades adheridas sobre cómo pueden avanzar en este sentido. En las últimas semanas se han distribuido unas encuestas a las 62 empresas y asociaciones involucradas para conocer su nivel de implicación y detectar sus prácticas susceptibles de mejora en cuanto a política social, laboral, medioambiental o de mercado.


"En los proyectos comunitarios el sector económico suele quedar desplazado pero en este caso sucede todo lo contrario. Pretendemos incorporar el tejido comercial y que se convierta en un activo más porque una de las principales necesidades del barrio es su reactivación económica", explica el coordinador de Dinaminzación Comunitaria de Federico Ozanam.  "El tejido comercial genera empleo y las prácticas socialmente responsables pueden servir a las empresas como marketing social, así que apoyamos y aconsejamos también a los comerciantes y les invitamos a colaborar en la vida social del barrio".


Casco Histórico Socialmente Responsable no pretende convertirse un programador más de actividades en el entorno, sino ejercer de "paraguas" que aporte una misma filosofía a toda la programación del barrio. "Lo interesante no es quien lidera el movimiento, sino conseguir la implicación del máximo tejido social posible", zanja Latorre.