"Un cuerpo no es un negocio"

"El cuerpo humano no es un negocio", según el registrador de la propiedad, y por eso no puede ser inscrito en este registro.

La notificación enviada por el Registro de la Propiedad
"Un cuerpo no es un negocio"

Decenas de mujeres aragonesas participaron el pasado 20 de febrero en una protesta más que singular contra la ley del aborto. En grupo, acudieron al Registro de la Propiedad de Zaragoza para inscribir sus cuerpos como bienes muebles. El objetivo: dejar constancia de que su cuerpo era únicamente suyo como respuesta a un texto legal que consideran entiende lo contrario. Esta semana, las mujeres que se registraron han comenzado a recibir las notificaciones del Registro que deniegan su petición porque "el cuerpo humano no es un negocio".


"El registrador que suscribe acuerda no practicar asiento registral alguno relativo a la misma, porque de su contenido no se desprende la existencia de acto o negocio alguno que pueda ser objeto de presentación, inscripción o anotación en los libros del Registro".


Así comienza la nota que ya han recibido algunas mujeres en sus domicilios y que la Coordinadora Organizaciones Feministas Zaragoza, organizadora de la protesta, ha hecho pública a través de su página de Facebook.


Se fundamenta este criterio en el artículo 1 de la Ley Hipotecaria, según se refleja. "El Registro de la Propiedad tiene por objeto la inscripción o anotación de los actos y contrato relativos al dominio y demás derechos reales sobre bienes inmuebles", dice el citado precepto. 


Según los datos que facilitó la Coordinadora, fueron un total de 200 mujeres las que el 20 de febrero presentaron sus peticiones en las oficinas del Registro situadas en la  


"De la piel para dentro empieza mi exclusiva jurisdicción. Elijo yo aquello que puede o no cruzar esa frontera [...] Harta de que otros decidan por mí, pretendo legalizar y dejar constancia de que mi cuerpo es mío y nadie debe impedir ni condicionar mi toma de decisiones", decía el texto que acompañaba las peticiones de inscripción. 


"Estamos aquí para que en el caso de que se apruebe definitivamente la reforma de Gallardón tengamos constancia de que nuestro cuerpo es únicamente nuestro", explicaba aquel día Amparo Bellas, representante de la Coordinadora y la primera en inscribir su cuerpo.  


"No se puede consentir que se dé un paso atrás en los derechos de las mujeres", añadió.