Los locales comerciales son más rentables que los pisos y garajes

Alquilar un local comercial en Zaragoza ofrece al propietario más rentabilidad que una vivienda, un garaje o una oficina. Así al menos se refleja en un reciente estudio publicado por el portal inmobiliario Idealista, que compara la situación del mercado de arrendamientos de las principales capitales de provincia del país.

En concreto, los locales destinados a tiendas, bares u oficinas bancarias ofrecen una rentabilidad bruta del 6,6%, lo que sitúa a la capital aragonesa en la media nacional. De ahí que el precio de este tipo de inmueble se mantenga entre los más caros del país.

Según los últimos datos elaborados por el Colegio de Registradores de la Propiedad, el precio de un local comercial en Aragón ha crecido un 5,6% en el último año, dejando la cifra media final en 1.615 euros por metro cuadrado.

Una tarifa muy superior a la media nacional (1.456 euros), que sufrió un descenso en 2010 de casi el 14%. Estos datos sitúan a la Comunidad como una de las menos accesibles para empresarios y emprendedores, ya que solo es superada por territorios tradicionalmente caros y saturados como Madrid, País Vasco y las Islas Baleares.

Mientras los propietarios de locales ubicados en barrios de la capital aragonesa han tenido que ofrecer descuentos de hasta el 40% desde el comienzo de la crisis para encontrar un comprador, los de la zona centro mantienen precios similares, e incluso más caros.

En el polo opuesto, el estudio señala que los garajes son los productos inmobiliarios que menos rentabilidad ofrecen a su propietario, y se queda en un 3,5%, casi la mitad que los locales. La reducción del parque automovilístico en Zaragoza como consecuencia de la crisis económica -muchas familias se ven obligadas a prescindir de los gastos del coche-, ha generado un exceso de oferta, lo que está reduciendo los precios. Ya no es extraño encontrar plazas de garaje por 50 euros al mes o menos.

Entre ambos extremos, pero afectados por condiciones del mercado similares, se sitúan la rentabilidad de las viviendas (4,3%) y de las oficinas (5,6%). Mientras la venta de pisos continúa en caída libre y sus precios de venta y alquiler bajan lenta pero constantemente, la destrucción de empleo y de empresas ha vaciado un buen número de oficinas y despachos en la ciudad. Como consecuencia, el beneficio que se puede obtener por el alquiler de este tipo de propiedades también ha descendido.