Zaragoza

"El arbolado de Valle de Oza genera inseguridad"

Los vecinos del Arrabal solicitan medidas para acabar con algunos ejemplares que ?suponen un peligro por su excesivo tamaño?.

Árboles en Valle de Oza
"El arbolado del entorno de Valle de Oza genera inseguridad"
T. MARTÍN

“Ya no es que no los poden cuando debería ser necesario, es que algunos son tan enormes que dan hasta miedo. Solo hay que ver cómo están los troncos, totalmente inclinados”. Esta son las palabras de Óscar P., un vecino del barrio del Arrabal que, a través de esta edición digital quiere dejar constancia del “nulo mantenimiento de estos ejemplares” en las calles de Valle de Oza y Valle de Broto.


Pero Óscar no es el único residente de la zona que se queja del porte de estos árboles. “Las ramas son ya tan grandes que entran en las viviendas por las ventanas. Situación que, con la llegada del calor, supone que se multipliquen los insectos”, dice María Dolores Gómez, vecina de Valle de Broto.


“Las aceras se levantan por la fuerza que hacen las raíces. Y no me extraña, porque con semejantes troncos… Es una pena, pero están totalmente dejados. Alguien debería cuidarlos un poco más”, dice Elena Ruiz, que también reside en el barrio.


Un problema que sobre todo padecen quienes residen en lo que se conoce como la urbanización Balsas del Ebro Viejo. Precisamente, desde la asociación de vecinos que lleva el mismo nombre aseguran que se trata de una cuestión “puesta en conocimiento de la junta de distrito en numerosas ocasiones”. “Contamos incluso con un informe realizado por los Bomberos de Zaragoza en el que se especifica que algunos ejemplares son peligrosos”, comenta Esther Blasco, presidenta del colectivo.


Un informe con el que también cuenta el Ayuntamiento, según apunta Blanco, y que se apoya en un total de 20 imágenes de la zona que reflejan el estado del arbolado. “Encontrar una solución es más complicado de lo que parece, puesto que los lugares en los que están plantados se consideran patios mancomunados, es decir, como una zona privada pero de uso público”, dice Blasco.


“Son los propios vecinos quienes, de vez en cuando, se encargan de podar algunas ramas. Actualmente son tan grandes que generan incluso inseguridad. Pero quienes residen en la urbanización, que pagan sus impuestos como el resto de ciudadanos, no son quienes deben hacerse cargo del mantenimiento y cuidado de esos árboles”, comenta Blasco, quien asegura, Lola Ranera, presidenta de la junta de distrito, “es conocedora de la situación”.


“Queremos que las medidas lleguen pronto, porque realmente es un tema que nos preocupa”, concluye la presidenta de la Asociación de Vecinos Balsas de Ebro Viejo.


Una cuestión por la que esta edición digital ha preguntado al Ayuntamiento de Zaragoza, pero de la que no ha obtenido respuesta.