Alejandra no irá al colegio este curso. Tiene tres años y es uno de los 62 niños que se han quedado sin plaza en el colegio de Rosales del Canal. Su madre Tania no encuentra trabajo y su padre es mileurista. Como no hay ningún otro colegio cerca, con cualquier otra opción tendrían que apuntar a su hija al autobús y al comedor escolar y se ven incapaces de desembolsar 200 euros mensuales en estos servicios. Así que no van a escolarizar a su hija para el próximo curso.

Valentina se encuentra en la misma situación y tampoco va a conocer lo que es el colegio de momento. Su padre, Pablo, considera que un niño de tres años no puede salir de casa a las 8.00 y volver a las 18.00: "Son más horas que una jornada laboral normal para niños demasiado pequeños", explica indignado por la inexistencia de opciones más cercanas a su casa.

Ante la falta de presupuesto para construir un nuevo colegio en el barrio, Educación ha decidido no ofrecer una nueva vía en Rosales del Canal e intentará solventar la falta de plazas en la zona derivando a los 62 niños sobrantes a los colegios de la Romareda. Los padres de Rosales se muestran indignados y no se cansan de repetir que eso son más de cuatro kilómetros de distancia. "Aunque parece que nadie nos escucha", lamenta Alfredo.

Este padre de otra niña sin cole explica que, si se habilita un autobús escolar, su ruta comenzaría y acabaría en Rosales del Canal, siendo los niños de este barrio los primeros en salir de sus casas y los últimos en regresar. Pese a todo, Paula, su hija, si que irá al colegio que le toque y "sufrirá" esta jornada: "En mi caso puedo hacerlo pero no te pueden obligar a pagar 200 euros al mes y menos ahora, que hay muchas familias con los dos padres en paro", comenta Alfredo, solidario con sus vecinos.

Casa dormitorio

Patricia es miembro de la plataforma 'Andando al cole de Rosales'. Su hijo también se ha quedado fuera, cosa que no le sorprende: "Ofertaban 75 plazas pero casi 60 estaban ya adjudicadas a hermanos de alumnos así que era una lucha por 15 plazas". Esta madre señala el trastorno que supone para el día a día de una familia el tener el colegio tan lejos de casa y se muestra indignada ante la forma de actuar de la consejería: "Mi hijo pasará casi dos horas diarias en el autobús escolar, comerá en el centro y su hogar se convertirá en una casa dormitorio. No pretendíamos eso cuando vinimos a Rosales del Canal".

Otra madre del barrio, Lucía, critica la falta de previsión de las administraciones: "No se puede crear un barrio joven, que obviamente va a tener hijos, y no dotarlo de infraestructuras suficientes", explica esta madre que, aunque ya tiene a su hijo escolarizado, se solidariza con sus vecinos y añade: "El día en el que toque la ESO nos va a pasar exactamente lo mismo que ahora".

Bus y comedor gratuitos

Los sindicatos (UGT, CC.OO., CSI-F, CGT y STEA) y la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fapar) aseguraron este jueves que exigirán transporte y comedor gratuito para estos 62 niños que son "desplazados a la fuerza". Nieves Burón, portavoz de Fapar, opinó en rueda de prensa que la consejería de Educación demuestra "un desprecio absoluto hacia estas familias sin considerar la distancia que tendrán que recorrer ni los gastos que les supondrá" y aseguró que "jamás había ocurrido algo como esto".

Burón califica de "justificación kafkiana" las razones de la DGA para no abrir más vías en Rosales del Canal y exige que se instalen las aulas que sean necesarias, aunque sean prefabricadas, con el compromiso de crear un nuevo centro a corto plazo.

Razones más allá

José Luis Cimorra, portavoz de CC.OO. en la comisión de garantías, fue más allá y manifestó sus temores sobre las intenciones del Gobierno: "A ver si la Administración está esperando a que llegue la LOMCE para que el supuesto de 'demanda social' que esta contempla justifique ofertar suelo público a la patronal de la escuela concertada...". El concejal de IU en el Ayuntamiento de Zaragoza, Pablo Muñoz, expresó la misma preocupación que Cimorra este jueves y aprovechó para exigir la retirada de la reforma educativa.

Los padres de Rosales del Canal se sienten "impotentes e incapaces de pagar" los servicios de autobús y comedor y los representantes sindicales les llaman a proclamar su disconformidad: "Nosotros seguiremos apoyando todas sus manifestaciones para asegurar una escuela pública para todos y de todos, le pese a quien le pese", zanjó Burón este jueves.