'Calós del hierro' es el nombre de la cooperativa social creada en Zaragoza con el fin de regularizar la recogida de chatarra que realiza la comunidad gitana, aunque está abierta a otros colectivos, y es la primera que se pone en marcha a nivel nacional para la recolección de este tipo de residuos.

La iniciativa pretende solucionar el problema generado para muchos gitanos dedicados a la recogida de chatarra tras la entrada en vigor de la Ley estatal 22/2011, de Residuos y Suelos Contaminados, que establece que cualquier persona que quiera realizar el transporte de residuos no peligrosos, recoger y vender chatarra, debe cumplir una serie de requisitos, entre los que se encuentra estar dado de alta en autónomos.

Así lo han explicado en rueda de prensa Esther Jiménez, coordinadora de la Asociación de Promoción Gitana de Zaragoza; María Victoria Moreno, trabajadora social del colectivo, y Marcelo Liendo, promotor de la cooperativa y representante de la empresa Estudios y Proyectos Medioambientales (EPM).

Jiménez ha recordado en la presentación las dificultades del pueblo gitano para subsistir, comunidad entre la que existe "más de un 80% de paro" en el entorno de Zaragoza, y su dedicación a lo largo de su historia a labores como la venta ambulante o la recogida y venta de chatarra, al tiempo que ha resaltado el "problema" que supone la nueva ley que hace "necesaria" esta empresa.

Gimeno ha insistido en que la cooperativa Calós del Hierro es la solución a la situación generada porque los gitanos no podían pagar individualmente el régimen de autónomos y ha destacado que fue Marcelo Liendo quien propuso la creación de esta sociedad para regularizar la situación y posibilitar que estas personas puedan trabajar y comer diariamente.

La cooperativa, constituida en la actualidad por tres personas y que está realizando los trámites administrativos necesarios para su puesta en marcha y llamando a la suscripción de socios, para lo que deberán abonar 10 euros, cubre la carencia legal existente y crea una red de apoyo dentro del colectivo gitano, aunque también pueden participar en la misma otras personas.

Según Liendo, la iniciativa tiene un objetivo social, medioambiental y laboral y surge como una necesidad de profesionalizar la recogida de la chatarra ya que obtendrá las licencias y autorizaciones pertinentes para el desarrollo de la actividad conforme a la legislación de residuos.

Además, los asociados podrán pagar los impuestos, la seguridad social y todos los requisitos establecidos para poder trabajar legalmente ya que será la cooperativa la que tribute y satisfaga las cotizaciones y quien retribuya el trabajo de recogida de la chatarra obtenida por su socios, que será adquirida por gestores autorizados.

Liendo ha resaltado que se trata también de una solución "integral" dado que aglutina a todos los agentes implicados y además propiciará acciones de apoyo, orientación y formación para que los asociados trabajen de forma segura y cubriendo los requisitos legales.

"Nos preocupa -ha dicho- que los materiales puedan venderse en condiciones de seguridad y que todo el mundo tenga la garantía de que esta chatarra de la cooperativa cumple los requisitos legales".

El promotor de la cooperativa ha añadido que para la puesta en marcha de este proyecto se han basado en otros anteriores que ya se aplicaban a otros sectores como la ropa usada.

La iniciativa, que nace en Zaragoza pero está abierta a otros colectivos y ámbitos territoriales, puede llegar a gran número de personas y, según las estimaciones, se pueden llegar a recoger hasta 10.000 toneladas anuales en Zaragoza y su entorno.