A lo largo de 2009 se denunciaron en Aragón un total de 2.848 casos de violencia de género. Es decir, 237 denuncias al mes por término medio. En 2012 esta media fue de 268 denuncias, a falta de que el Consejo General del Poder Judicial haga públicos los datos de violencia de género del último trimestre del año pasado.

Esta diferencia supone un incremento del 11,57% en solo tres años. En 2010 se registró el menor número de denuncias de los últimos cuatro años (2.573, lo que supone una media de 214 al mes), cifra que se disparó un año después, cuando se denunciaron 3.392 casos, 282 al mes.

Del mismo modo que las denuncias han ido en aumento, cabe destacar que las renuncias de las víctimas a los procesos judiciales han experimentado un retroceso contínuo. Mientras en 2009 hubo un total de 270 renuncias (un 9,48% de los casos denunciados), esta cifra descendió en 2010 (261 renuncias) y en 2011 (198). Los datos de 2012 en Aragón todavía no están disponibles, pero la tendencia a la baja es homogénea en todo el territorio nacional.

El descenso es mucho más pronunciado si atendemos a los datos de 2008, cuando 427 víctimas potenciales de violencia doméstica decidieron interrumpir el proceso judicial.

En cuanto al número de sentencias condenatorias, éstas también están experimentando un ascenso porcentual continuado (56,56% del total de causas abiertas en 2008; 58,17% en 2009; 58,36% en 2010 y 60,85% un año más tarde).

Valoración positiva

La presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, Inmaculada Montalbán, califica como positivo que el número de denuncias registradas haya aumentado y que, al mismo tiempo, hayan disminuido las renuncias de las víctimas a continuar con el proceso.

Montalbán alerta de "la necesidad de intervenir ante los primeros síntomas de la violencia de género para frenar este fenómeno delictivo". A este respecto, destaca que "casi la mitad de los juicios de faltas celebrados en España fueron por vejaciones injustas". En su opinión, "las vejaciones injustas suelen ser el primer eslabón de la cadena de la violencia contra la mujer. Frases tales como 'cállate, tú no sabes nada'; 'no vales para nada' o 'me haces la cena o no te doy dinero' son las primeras armas para denigrar a la mujer".

A juicio de Montalbán, "España es un país pionero en la lucha contra la violencia de género y estas cifras demuestran que las políticas en la lucha contra esta lacra adoptadas en la pasada década van por el buen camino". En la misma línea, Montalbán reitera "la necesidad de mantener los recursos sociales existentes para ayudar a las víctimas y a sus hijos a salir de la violencia, a pesar del contexto de crisis económica como el actual".