Nace la primera asociación de criminólogos de Aragón

Quizás a futuros estudiantes les decepcione saber que Grissom, el amante de los bichos del 'CSI' original, no tiene mucho que ver con un criminólogo. Tampoco Spencer Reid, el rarito flacucho de 'Mentes Criminales'. Y puestos a derribar mitos, un criminólogo tampoco es un detective privado.

¿Qué es entonces y a qué se dedica? ¿En qué trabaja un criminólogo? "Aquí en España en nada". Así de tajante responde Óscar Antonio Muñoz, intendente jefe de la Policía de Ejea de los Caballeros que completó su formación con los estudios de Criminología.

"A diferencia de otros países europeos, en este país un criminólogo no encuentra trabajo en casi ningún sitio" insiste Muñoz tras matizar que, en Alemania, el 70% de los miembros de la Policía son licenciados en Criminología y que en los países nórdicos los criminólogos trabajan codo con codo con la administración de Justicia.

Por eso nace la primera Asociación Colegial de Criminólogos de Aragón (Ascolcrim), una iniciativa que pretende aunar a todos los criminólogos de la Comunidad y ayudar a su inserción en el mundo laboral, tanto en las administraciones públicas como en entidades privadas.

Desmontando mitos

Un criminólogo estudia de manera científica el delito: cómo prevenirlo, cómo tratarlo, cómo castigarlo. "Basándose en estadísticas del crimen, plantea hipótesis sobre las posibles causas y factores que lo propician y analiza la idoneidad de las penas según el tipo de delito y el perfil del delincuente" explica Muñoz, presidente de la recién nacida Ascolcrim Aragón. El urbanismo, por ejemplo, o la sensación subjetiva de inseguridad, son dos factores fundamentales en las estadísiticas de delincuencia.

Mientras que lo que vemos en CSI se corresponde en España a la labor de la policía científica, el potencial de un criminólogo reside en el asesoramiento que puede brindar en cuestiones de política criminal.

"¿Es oportuno cambiar el Código Penal? ¿El aumento de penas disminuye las tasas de delincuencia? Para aconsejar en estos ámbitos es para lo que existimos e investigamos -ejemplifica Muñoz-. La criminología es una ciencia que estudia el delito como manifestación de la conducta humana: qué lleva a una persona a cometerlo o cómo podemos corregir las conductas desviadas".

El objetivo: un Colegio de Criminólogos

Ascolcrim, que surge con la finalidad de desarrollar el Colegio de Criminólogos de Aragón en un futuro, pretende potenciar la colaboración entre los profesionales de este campo y la administración de Justicia y autonómica. Promover su intervención en asuntos de mediación penal, asuntos de menores, creación de perfiles criminológicos y todo lo que se desarrolla en instituciones penitenciarias. "Un juez, por ejemplo, necesita informes sobre el riesgo criminológico de una persona, su peligrosidad social y su capacidad de reinserción, para poder determinar una pena".

La Comunidad Valenciana, lugar donde se está constituyendo el primer colegio de criminólogos de España, es pionera en el reconocimiento de este campo de investigación. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad ha solicitado a la asociación homóloga a Ascolcrim en Valencia una lista de licenciados de criminología para fomentar la colaboración y su actuación como peritos dentro de los tribunales.

"España todavía no se ha desarrollado lo suficiente en este sentido, pero las cosas cambiarán poco a poco para homologarse con el resto de Europa", comenta esperanzado Muñoz.

Actualmente en España se forman 4.500 alumnos de Criminología en 19 universidades de carácter público que imparten el grado, 7 universidades que imparten posgrados y másteres, y 4 que ofrecen el doctorado en Criminología. En Aragón se desconoce el número de criminólogos y cuantificarlos es otro de los objetivos de Ascolcrim.

Qué ofrece Ascolcrim

La cuota de socio es de 50 euros anuales, con los que la asociación ofrece a cambio una bolsa de trabajo, toda la información reciente sobre los temas relacionados con la criminología, asesoramiento en estudios y trabajos de investigación, trato preferencial para la asistencia a cursos y congresos, participación en la publicación de artículos y trabajos y, lo que Óscar Antonio Muñoz considera lo más importante, una "representación colectiva hasta ahora inexistente".