“El único servicio público con el que contamos en Rosales del Canal es el colegio. Por eso, creemos que la opción ideal, hasta que lleguen al barrio los solicitados y necesarios equipamientos, es que amplíen el horario de apertura del centro escolar, fuera del horario lectivo”. Estas son las palabras de Nacho del Corral, presidente de la Asociación de Vecinos Entrelagos, una entidad que junto con la AMPA del colegio, lucha por conseguir “más espacio donde los pequeños del barrio puedan disfrutar”, apunta Del Corral.

“Las instalaciones están ahí y ni siquiera los fines de semana las pueden utilizar los equipos deportivos de los chavales. Muchos sábados los grupos del centro tienen que disputar sus partidos locales en el pabellón de Valdefierro”, cuentan desde la entidad vecinal, un colectivo que apuesta por la misma solución que ya existe en algunas comarcas de la Comunidad. “El programa de apertura de centros puesto en marcha en algunos pueblos posibilita la ampliación de horarios. Nosotros, junto con la AMPA del centro escolar del barrio pedimos que los sábados por la mañana dejen a los niños utilizar las pistas deportivas y, de lunes a viernes, las puertas no se cierren quince minutos después de acabar las clases, que es lo que ocurre actualmente”, asegura Del Corral.

Una situación que tampoco favorece el uso de la nueva biblioteca, puesta en marcha por la junta de distrito y el AMPA de Rosales del Canal, en el propio colegio. “Si los niños terminan a las 16.30 y a las 16.45 ya cierra el centro, no tienen tiempo para ir a coger libros”, apunta Nacho del Corral.

“Las áreas infantiles están saturadas. Ahora todavía hace frío, pero cuando llegue el buen tiempo, a la salida del cole los pocos columpios que hay se llenan en cuestión de minutos. Desde el centro se están moviendo mucho para conseguir que se puedan utilizar las pistas”, dice Arancha Fernández, que reside en el barrio. “Por no haber, aquí ya ha desaparecido hasta el bibliobús, que era el único lugar al que podían ir los pequeños para cambiar libros o tebeos. Ni canchas al aire libre, ni ludotecas… No creo que cueste tanto poder utilizar las instalaciones del colegio. A los niños y a los padres nos serviría de mucho y en otros centros ya lo hacen”, opina Belén Gómez, también vecina de Rosales.

“Somos conscientes de que no es un buen momento para exigir un equipamiento que, por otro lado, ya debería existir en el barrio. Por eso, creemos que el uso regulado tanto de la biblioteca como de las zonas deportivas es una buena alternativa que, aunque temporal, sería válida para cubrir la falta de espacios actual”, concluye el presidente de Entrelagos.