Urbanismo

El pleno aprueba el nuevo plan para el entorno de Aceralia

Se realizarán 162 viviendas menos y se mantiene destinar un 25% a zona verde.

El pleno del ayuntamiento de Zaragoza ha aprobado inicialmente, por unanimidad, un nuevo plan para el entorno de la antigua fábrica de Aceralia, en el barrio del Picarral, que prevé menos pisos y más zonas verdes.


La nueva propuesta reduce el número de alturas de los bloques de las 17 sobre rasante previstas inicialmente a un máximo de planta baja más siete, aunque se admiten excepciones en una pequeña porción de edificios con alturas máximas de diez plantas.


La densidad de las viviendas se reduce de 160 por hectárea a 149, así como la edificabilidad en un 5%, de manera que se realizarán 162 viviendas menos y se mantiene destinar un 25% a zona verde.


Asimismo se incrementarán en un 60% los espacios dedicados a equipamientos (antes del 10% y ahora del 16%).


Una vez aprobada esta modificación del PGOU, con la que se vuelven a calificar como urbano más de 150.000 metros cuadrados de uso industrial, se procederá a redactar un plan especial que reubique los diferentes bloques de viviendas, equipamientos y zonas verdes en esta zona del Picarral.


En su intervención, el concejal de IU Pablo Muñoz ha subrayado que el apoyo de su grupo está condicionado a la redacción concreta del plan y a que esté pactado por todos los portavoces antes del visto bueno definitivo.


El portavoz adjunto del PP, Pedro Navarro, ha asegurado que su grupo trabajará para mantener el consenso y contar con el acuerdo de los vecinos y los propietarios de suelo, pequeños y grandes, para evitar que acabe de nuevo en los tribunales.


El portavoz de CHA, Juan Martín, ha apoyado la tramitación de la modificación del plan de Aceralia para devolver las cosas a su estado "primigenio" e intentar llegar a un acuerdo entre todas las partes, incluida la propiedad.


El Plan Aceralia fue impulsado hace nueve años por el entonces alcalde de Zaragoza, José Atarés, mediante un convenio con la empresa Aceralia y el resto de empresas radicadas en la zona, salvo Saica, que lo recurrió, y que preveía la construcción de unos 2.300 pisos con los que se financiaba el traslado de las industrias a otras zonas de la ciudad.


El recurso de Saica derivó en una sentencia del Tribunal Supremo que ratificaba la nulidad de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) por el que se recalificaban los terrenos y anulaba todas las tramitaciones de planeamiento llevadas a cabo.


El fallo judicial suponía que ese suelo recobraba de nuevo el uso industrial; una circunstancia que no era deseable ni por los vecinos ni por el Ayuntamiento de Zaragoza y que ha permitido iniciar las negociaciones con todas la partes implicadas (incluida la empresa que recurrió el planeamiento de 2004) para tratar de perfilar una nueva ordenación en la zona que refleje el sentido de la sentencia del alto tribunal.


No obstante, la papelera Saica anunció el pasado miércoles que no dará el visto bueno a este nuevo Plan hasta conocer los detalles del proyecto que, aseguran fuentes de la multinacional, no ha contado con su acuerdo.