Zaragoza

El Príncipe supervisa unas maniobras internacionales en San Gregorio

Don Felipe ha podido comprobar de primera mano los medios materiales con los que cuentan los soldados y ha asistido a un ejercicio práctico.

El Príncipe de Asturias ha supervisado este martes el desarrollo de unas maniobras del Mando de Ingenieros del Ejército de Tierra, que han contado con la participación de unidades de varios países y cuyo objetivo es intercambiar experiencias para mejorar su capacidad en la desactivación de artefactos explosivos. 


El ejercicio, denominado Interdict 2012, comenzó el pasado 26 de octubre en el campo de adiestramiento de San Gregorio, en Zaragoza, y cuenta con la participación de 764 militares españoles, estadounidenses, austríacos, alemanes y franceses, que desarrollarán distintas prácticas diarias de limpieza en ruta y de desactivación de explosivos.


Don Felipe ha llegado al campo de maniobras poco antes de las 11.00, y después de asistir a una sesión informativa sobre las unidades participantes y los ejercicios a desarrollar durante la mañana, ha podido comprobar de primera mano los medios materiales con los que cuentan los soldados y ha asistido a un ejercicio práctico.


En la práctica se ha simulado la existencia de un artefacto en la parte exterior de una base española situada en Afganistán, y el ataque de un terrorista suicida mientras las unidades se encontraban trabajando en la desactivación de ese primer explosivo.


El comandante Juan José Pérez Rodríguez, destinado en el cuartel general del mando de Ingenieros, ubicado en Burgos, ha explicado a los medios de comunicación que el objetivo último de este ejercicio es "mejorar las capacidades" de los ingenieros militares en la lucha contra el artefacto explosivo improvisado, que es "la principal amenaza" que las fuerzas españolas deben afrontar en Afganistán.


En San Gregorio, para estas maniobras, preparan un escenario "muy similar" al que los militares se encuentran en el país asiático y cada día se simulan ataques de la insurgencia, para así ensayar los procedimientos.


La reacción y forma de trabajo de los ingenieros en cada práctica es seguida por unos "observadores" que elaboran un juicio final con la intención de debatir y subsanar los posibles fallos, además de intercambiar las experiencias que ha podido tener cada unidad y "compartir conocimiento". Dichos observadores son alemanes y franceses, mientras que las unidades de Estados Unidos y de Austria participan activamente en los ejercicios.


Don Felipe también ha podido observar, en compañía de autoridades militares, cómo se desarrolla una limpieza de ruta, es decir, la manera en que los vehículos van abriendo camino asegurándose de que no hay explosivos en el camino o en una zona cercana a su paso.


En las maniobras, que continuarán hasta el 2 de noviembre, participan unos 200 vehículos de todo tipo, algunos de los cuales han sido aportados por Estados Unidos y que conformarían el "paquete completo" que se utiliza en un reconocimiento de ruta.


El Mando de Ingenieros tiene su sede principal en Burgos, pero también tiene unidades en Salamanca y en Monzalbarba (Zaragoza), y ya ha participado en numerosas misiones internacionales, entre ellas Afganistán, Iraq, Kosovo, Bosnia Herzegovina o Kurdistán.


Las capacidades de estas unidades son la movilidad, la contramovilidad (evitar que el enemigo avance) y la protección, para lo que cuentan con numerosos medios, como acorazados, vehículos de combate, maquinaria de todo tipo, grupos electrógenos, potabilizadoras o material de campamento.