Jóvenes emprendedores

La generación Ipad

Cientos de jóvenes salen de las universidades aragonesas cada año y a falta de posibilidades de empleo, crea su propia empresa.

Pedro y Héctor durante ZGZ Showroom
La generación Ipad
IMASCONO ART

Andrea Villalta , diseñadora gráfica. Jano Cabello y David Ruesta, recién salidos de la Universidad San Jorge con un título de Publicidad y Relaciones Públicas bajo el brazo. Un trío muy joven responsable de un proyecto que ya es una realidad, Stuart Studio.


Stuart Studio, es un estudio creativo con nombre inspirado en los monólogos del famoso Goyo Jiménez, “es una agencia de publicidad que se sale de los límites, en la que se trabaja como niños pero con seriedad. Con un ambiente diferente, sin ir contrarreloj, sin enfados.” Así es cómo la describe David.


La idea comenzó hace un año, cuando recibieron la petición de realizar la identidad corporativa completa de una nueva empresa dedicada a la asesoría de imagen. “Querían que fuera muy chulo, fino pero moderno. Y el resultado fue Bombín y Pamela”, explica Andrea, la única chica del grupo.

Emprendedores

“Cuando acabas la carrera tienes dos opciones. O llorar en una esquina y ponerse a trabajar en el McDonals, o moverse”, explica David. Tienen claro que la brillantez no existe, lo importante para ellos es hacer lo que realmente les gusta, que en este caso es la publicidad. “La universidad te da la base, pero tienes que empaparte de lo que hay fuera asistiendo a charlas, conociendo a otra gente, e incluso aprendiendo el uno del otro” puntualiza Jano, “Hay gente que ha fracasado dieciséis veces, y ha aprendido un montón, y al final, ha triunfado”.

Zaragoza ciudad innovadora

Defienden sin dudarlo que Zaragoza es una ciudad llena de ideas, de personas jóvenes con muchas ganas de hacer cosas nuevas, “¿Por qué no va a ser una ciudad referente de la publicidad?, hace diez años tampoco hubiéramos podido imaginar que muchísima gente se movería por la ciudad en bici y ¡mira!”


Jano, que es quien más se hace con la palabra, insiste en que no importa dónde estés, porque formamos parte de una generación “millenials” , en la que gracias a Internet se puede mover y enseñar lo que estés haciendo por todo el mundo.


Destacan la ayuda que reciben los emprendedores zaragozanos por parte de Zaragoza Activa, aunque ellos, han sabido buscarse un rincón porque ya disfrutan de una oficina compartida en pleno centro de la ciudad donde llevan a cabo el trabajo al que no solo dedican las horas laborales, sino que incluso se cuela en sus horas de sueño.


“Estamos haciendo los expositores para una tienda de bisutería, y de tanto pensar en cómo queríamos que fuese no podía dormir. Quitándome el sueño, demuestra que estoy haciendo algo que me hace realmente feliz”, asegura David.


Volviendo a las posibilidades de Zaragoza como ciudad emprendedora, animan a que todos los estudiantes salgan fuera, pero no a probar suerte, sino para conocer y coger nuevas ideas “como si leyéramos un libro o viéramos una película”. El cariño por Zaragoza se palpa en sus palabras “En estos tiempos, estamos igual de mal aquí que en Madrid o Barcelona, esta es nuestra ciudad, qué menos que levantarla”.

Más madera

Junto a Stuart Studio, Imascono es otra iniciativa que huele a juventud. Si algo tiene en común con la primera, es la ilusión por el trabajo en equipo “Es algo que no llena enormemente y nos hace crecer como personas” comenta Pedro Lozano, un todavía estudiante de Diseño de Interiores en la Escuela Superior de Diseño de Aragón (ESDA) que en 2008 se subió al bote de la innovación creando una marca para apoyar a jóvenes emprendedores ofreciéndoles oportunidades para expresarse profesionalmente. 


Pedro ya no camina solo, puesto que desde 2010, comparte la custodia compartida de Imascono Art junto a Héctor Paz (Ingeniero en Diseño Industrial por la EUITIZ de Zaragoza)


“Contar con el apoyo de nuestras familias y amigos, ha sido fundamental para saltar a la piscina” comentan, ya que ha sido un proyecto arriesgado en el que a pesar de contar con financiación, el 50% sale de sus bolsillos. “ Las cifras de inversión iniciales han sido elevadas al tratarse de innovación en materia tecnológica, a lo que hay que unir la producción de las colecciones”

Algo más que una marca

Pero Imascono Art no es una marca de ropa al uso. “No queremos que sea un producto masivo y por eso buscamos tiendas específicas que encajen con la filosofía de nuestro proyecto”, aún así el volumen de ventas mensuales llega casi al centenar de unidades que se comercian tanto en la web como en dos tiendas de Zaragoza y Barcelona.


“Creemos plenamente en el proyecto y eso nos hace fuertes para luchar por hacer nuestro sueño realidad. Y como dice el refrán, quien no arriesga, no gana” lapida Pedro.