VI Campeonato

"El barista es aquel que transmite con amor el arte en una taza de café"

Con tan solo 22 años Héctor Hernández Angulo se ha convertido en el mejor barista de Aragón, poniendo en valor un oficio que le viene de familia.

Distintos capuchinos preparados por él.
"El barista es aquel que transmite con amor el arte en una taza de café"
P. B. P.

Lleva desde los 16 años compitiendo y formándose, y por fin lo ha conseguido. El dibujo de una roseta de dos tiempos le valió a Héctor Hernández Angulo, de 22 años, el premio al mejor barista de Aragón en la sexta edición del campeonato autonómico celebrado este jueves en Zaragoza.


Cuenta que fue su abuela quien le enseñó el sabor del café mojándole un chupete cuando era apenas un bebé. Años después, se coronaría como campeón aragonés en el arte de hacer cafés el mismo día en que su abuela, de origen cubano, cumplía los años. "Eso son los ángeles que le acompañaron", señala orgulloso su padre.


A su juicio, un buen barista "es aquel que transmite con amor el arte en una taza de café", algo que requiere pasión, apoyo y esfuerzo. Compara su labor con la de un 'somellier' que aprecia y mima el buen vino; un gran especialista que hace que cada café "no sea algo que la gente tome para despertarse o porque tenga sueño, sino para disfrutar de ello".


Empezó con 16 años formándose en la escuela de hostelería TOPI, donde Raúl Cantín y Alejandro Salvo le abrieron las puertas a un oficio que pone en valor la cultura del café. Considera que "hoy en día la hostelería está dejada y no hay mano de obra ni profesionales que quieran seguir en este sector", no obstante reconoce que la figura del 'barista' consigue atraer a jóvenes talentos al oficio, así como a más clientela.


"La gente está empezando a buscar la taza de espresso perfecta. El cliente empieza a pedir calidad y el profesional que está detrás de una barra tiene que saberla ofrecer", añade.


En 'La isla del café', donde trabaja junto a sus padres, cuenta ya con una clientela fija que reconoce su labor. "Muchos de los que vienen aquí a tomar café fueron al campeonato a verme y se han convertido en seguidores del movimiento barista. Eso para mí fue lo más bonito porque ser el campeon de Aragón está muy bien, pero donde de verdad tienes que demostrar ser el mejor es en el día a día, en tu puesto de trabajo", confiesa.


La pasión por la hostelería le vino de su padre, a quien vio competir desde que era niño. "Él me animó a seguir en esto. Me dijo: 'no todo el mundo tiene por qué ser universitario. Si quieres ser camarero, adelante, pero esfuérzate por ser el mejor', recuerda.


La chispa de su motivación nació con una empresa aragonesa que ha sabido crear la "esencia perfecta" de un espresso a través de la mezcla de tres cafés: Brasil-extradulce, Nicaragua y Java.


"Lo importante -reconoce Héctor- no es lo económico, sino el reconocimiento a todas las horas de trabajo que hemos tenido". Y es que -según advierte- "un gran barista no es nadie sin un gran equipo detrás". En él engloba a sus profesores, familiares, patrocinadores y amigos. "Hay toda una cantera de personas para que uno pueda brillar un solo día", confiesa. A todos ellos, Héctor les dedica su triunfo en el campeonato aragonés y la promesa de "dar el cien por cien" en la competición estatal, que se celebrará este mes de octubre en Barcelona.