Contra los recortes

Rudi, recibida con una gran pitada a su llegada a la UZ

Profesores, personal administrativo y alumnos se han concentrado a las puertas del Paraninfo para protestar por los recortes del Gobierno, coincidiendo con el acto oficial de apertura del curso 2012-2013.

Manifestación en la apertura del curso de la UZ
Manifestación en la apertura del curso de la Universidad de Zaragoza
P.B.P

David Calvo es estudiante de magisterio de la Universidad de Zaragoza. Este año comienza su segundo curso en la Facultad de Educación, donde "la mala distribución de las aulas -dice- obliga a que muchos alumnos estén dando clases en otros edificios", como el Interfacultades. "El único ingreso qu­e entra en mi casa es el de mi madre -auxiliar de enfermería en un hospital zaragozano- y a mí no me dan beca siendo que la necesito de verás. Igual llega un año en que no puedo seguir estudiando porque ella está pendiente de un hilo, un mes trabaja y otro no", cuenta entre la multitud de manifestantes congregados a las puertas del Paraninfo.


En contra de esta situación y coincidiendo con la apertura del curso académico, él y otros 200 manifestantes -profesores, alumnos y personal administrativo de la Universidad de Zaragoza- han participado este lunes en una nueva jornada de protesta contra los recortes.


"Pensamos que el 'decretazo' del Gobierno solo favorece a las clases pudientes y está recortando la universidad como instrumento social y de convivencia", ha manifestado Ramón Lambán, portavoz de la Junta de Personal de la Universidad. A su juicio, con las nuevas medidas de ajuste impuestas por el Ejecutivo se rompe el espíritu de entendimiento y la paz social que existía en esta institución desde hace más de 30 años. Por eso, añade: "estamos aquí los tres sectores para decir no a los recortes y defender una universidad pública de calidad donde puedan estudiar todos los hijos de los trabajadores". Desde la Junta de Personal piden al Gobierno autonómico "que haya un diálogo y la gerencia nos ofrezca unas condiciones asumibles".


Tampoco los estudiantes han querido faltar a este acto de protesta que da la bienvenida al nuevo curso académico. "Con todo lo que está pasando es normal que no nos quedemos callados. Sería una decepción que los propios estudiantes no nos movilizáramos", sostiene Lorena Simón, estudiante de la Facultad de Derecho.


Guillermo Úcar, coordinador general de CEPA, invita a que haya una "movilización sostenida que nos permita echar para atrás todas estas reformas" después de un verano en el que -asegura- se han intentado tapar todos estos recortes. Por eso, añade: "le hemos transmitido al Gobierno que con la educación no se puede jugar porque es nuestro futuro y son nuestras familias las que tienen que sufragar los gastos".


También Marea Verde se ha sumado a este acto de protesta, "uno más en nuestra lucha contra los recortes en educación", han precisado. Mapi Toledo, miembro de la plataforma, asegura con firmeza que "no se puede hacer más con menos". Así pues, en los centros educativos que ya han vuelto a la rutina, asegura que los recortes se han hecho notar desde el primer día. "Los alumnos están preguntando por qué sus profesores no están en clase, por qué están tantos en el aula y por qué no tienen beca", cuenta esta interina en paro.


Descontento estudiantil


El incremento del 3,6% en las tasas universitarias sumado a las nuevas exigencias de rendimiento académico para la renovación de las becas hace que muchos alumnos se planteen qué va a pasar en los próximos años. "Hay gente que tiene que trabajar para pagarse la carrera y a lo mejor no puede sacarse todo a la primera", argumenta Nerea Sánchez, alumna de la Facultad de Derecho. Su compañera, Lorena Simón, asegura que "al final, solo las carreras fáciles van a ser accesibles".


Por su parte, Borja Andrés, estudiante de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, defiende que se premie "la capacidad de la persona que, aun con rentas bajas y menos medios, haya conseguido llegar a la Universidad". En su caso, pagaba 800 euros de matrícula antes de la subida de tasas. El nuevo curso académico le ha costado 1.300 euros "con todo limpio", matiza. El descontento en Madrid -dice- es similar al de aquí. Los alumnos, en principio, no piensan quedarse callados.


"Poco a poco se van implanatando nuevas medidas y al final nos daremos cuenta de lo que hemos perdido", sostiene Daniel Salanova, estudiante de Historia. Pone el ejemplo de la Facultad de Filosofía y Letras, la más longeva. Su reforma es casi un sueño para los que allí estudian. "Eso se va a quedar ya como patrimonio arqueológico", bromea.


Pitada a la presidenta de Aragón


Los gritos de protesta se han intensificado a la llegada de las autoridades. Así pues, la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, ha sido recibida con una gran pitada. Los manifestantes han comenzado a lanzar gritos de rechazo, mostrando así su malestar por unos recortes que, a su juicio, van a empeorar la calidad educativa y universitaria en el conjunto del país.


Por su parte, el rector, Manuel López, que ha atendido también a los periodistas antes de comenzar el acto, ha mostrado su preocupación por la situación de los parados estudiantes, una generación "muy bien preparada y con muy pocas oportunidades".