Respecto a 2011

Aumenta un 7% el abandono de perros en Zaragoza

El Ayuntamiento ha recatado 569 canes en lo que va de año. Las protectoras aseguran no dar abasto.

Un animal en las instalaciones de Movera
La perrera de Movera, saturada por el caso de la granja de Ricla

Hasta 569 perros han sido recogidos por los operarios municipales en las calles de Zaragoza durante el primer semestre de 2012. En el mismo periodo de 2011, el número de canes que sufrieron la mala intención -o el descuido- de sus dueños fue de 527, lo que supone un crecimiento interanual del 7,39%.


Del total de mascotas que han ido llegando al Centro de Protección Animal, solo 108 han sido recuperados por sus dueños, cifra bastante inferior a los 130 rescates que se practicaron a lo largo del curso pasado.


Asimismo, cabe destacar que se ha disparado el número de perros adoptados (298) respecto a 2011, cuando se llevaron a cabo 173 adopciones. Esto supone un aumento de casi el 42%.


Este importante crecimiento en el abandono de animales ha derivado en la saturación de los diferentes centros de acogida oficiales, como las instalaciones que el Consistorio tiene en Peñaflor o las de la DPZ en Movera, así como de las pequeñas infrestructuras de que disponen las protectoras de animales.


"No damos abasto"


En este tipo de asociaciones el trabajo se intensifica durante los meses estivales. Aseguran que en estas fechas se dispara el número de abandonos, una versión totalmente diferente a la que facilitan las instituciones públicas, que lo califican de "mito".


En Zarpa, por ejemplo, afriman estar "hasta arriba de trabajo" en los últimos días. Desde la asociación indican que su teléfono "echa humo" y que las llamadas interesándose por dar en adopción han llegado a triplicarse respecto al invierno. En el seno de la agrupación animalista se muestran recelosos con este tipo de llamadas, que en muchos casos "dan unas excusas muy vagas" para justificar el abandono del animal.


"No damos abasto de la cantidad de animales abandonados, sobre todo cachorros", explica Carmen Vega, una de las responsables de la protectora Armantes. "El abandono se nota mucho más que en invierno. Ahora tenemos más de 50 animales acogidos, hay gente que deja camadas enteras en la puerta de las clínicas veterinarias", concluye.


Las residencias notan la crisis


Lejos de abandonar a sus mascotas cuando estas cogen cierto tamaño y no pueden acompañar a la familia en las vacaciones estivales, muchos dueños optan por dejarlas en residencias con todo tipo de lujos. Estos centros, como casi todos los negocios, también están notando con fuerza el azote de la crisis. "Sufrimos una importante reducción en la longitud de las estancias", asevera Begoña Fernández de Leceta, directora de la residencia Miralbueno.


Una tesis que comparte Jesús Moreno, de Dog Garden: "Notamos la crisis en la ocupación media anual. Antes era del 75% y ahora hemos perdido un 23%. La gente pide estancias más cortas: mientras el promedio de una estancia en verano era de entre 10 y 30 días, ahora es de entre 7 y 10".


El precio de este tipo de centros oscila entre los 8 y los 12 euros por mascota y día.