Con el objetivo de reivindicar al Consistorio zaragozano que se retome el proyecto de la Harinera de San José, un centenar de vecinos del popular barrio realizaron en la mañana del sábado una serie de actos reivindicativos en el torno del histórico edificio, que ha sido últimamente objetivo de diversos actos vandálicos.

Ciudadanos de todas las edades se unieron para expresar, alto y claro, la meta que persiguen: recuperar un espacio del distrito que consideran representativo y que esperan se convierta en un punto cultural del barrio y de la ciudad.

Los actos comenzaron en la plaza de la Memoria. Ahí, los benjamines de la zona colorearon un gran cartelón mientras una sonora batucada animó al resto del personal. Con la pancarta lista, los participantes iniciaron una marcha -encabezada por una carretilla repleta de aparejos de campo- hacia la Harinera.

Una vez dentro del edificio, niños, jóvenes y mayores se pusieron manos a la obra, eliminando en menos de una hora varios kilos de rastrojos y recogiendo la basura acumulada a la entrada de la factoría a lo largo de los últimos años. Un arduo trabajo que se hizo más llevadero gracias a los ánimos que se fueron insuflando unos a otros.

El concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento y presidente de la Junta de Distrito, Pablo Muñoz, se unió a los vecinos en un acto que, en sus palabras, "demuestra que San José necesita la Harinera por lo que simboliza". Para Muñoz, el vetusto inmueble debe convertirse en "un espacio comunitario", tomando el ejemplo de otros "espacios autogestionados por el tejido social" de su entorno.

Cultura, arte... y más

Todos los vecinos que se apuntaron a la jornada, independientemente de su edad, tenían una idea similar acerca de en qué quieren que se transforme este espacio. Carlos Larrosa, un joven participante del acto que lleva año y medio viviendo en el distrito, no dudaba al señalar que "estaría bien que se hiciera algo parecido al Túnel del barrio Oliver", donde hubiera espacio para "actividades artísticas, comercio justo... en definitiva, un espacio polivalente".

Un pensamiento parecido mantenía José María, quien a sus 44 años y sosteniendo una enorme bolsa, señaló que la Harinera "significa una posibilidad de futuro para el barrio y la ciudad". Este vecino, con cierto enfado, afirmaba que, hasta el momento, su mantenimiento ha estado "desastrosamente gestionado". José María solicitó, además, que se abra un proceso de participación ciudadana para que "los zaragozanos decidan qué uso darle". "Sólo hace falta voluntad política", subrayó.

También los más mayores apoyaron la iniciativa popular. Félix Hurtado, de 68 años y con la perspectiva de haber vivido desde siempre en San José, se mostró consciente de que "la cosa está fastidiada" para sacar adelante este proyecto. Sin embargo, espera que "de aquí a un tiempo" se ponga en marcha "un centro cultural para que el barrio se beneficie".

Moción de Chunta

El grupo de Chunta Aragonesista en el Ayuntamiento de Zaragoza va a presentar una moción para el próximo pleno, en la que se solicitará al gobierno local que en el plazo máximo de un mes, inicie un expediente en el que se recoja la utilización de los aprovechamientos lucrativos del área urbanística del entorno de la Harinera y los aplique a sufragar los costes de apertura de dicho equipamiento de ciudad, como centro para el arte y la creación artística.

"El Ayuntamiento tiene que enajenar la edificabilidad residencial que todavía existe en el entorno de la Harinera", indicó el portavoz de CHA en el Ayuntamiento, Juan Martín, en un acto paralelo.

"Desde Chunta Aragonesista continuamos consideramos este proyecto vital para nuestra ciudad y, por ello, hemos llegado a un acuerdo presupuestario con PSOE e IU para apoyar y materializar la apertura del centro de La Harinera como centro para el arte y la creación artística joven, de carácter multidiscipinar y rango de equipamiento de ciudad, a lo largo del periodo 2012-2015", aseguró el portavoz de CHA.

Tal y como se recoge en este acuerdo, el centro se planteará como una fábrica de arte, al mismo tiempo que un lugar de encuentro, de aprendizaje e intercambio de conocimiento. La gestión de su programación y mantenimiento se realizará, fundamentalmente, por el tejido social y cultural. El Ayuntamiento de Zaragoza colaborará en el mantenimiento y puesta en funcionamiento de las instalaciones de acuerdo a un convenio de relación que suscribirá para la gestión del centro, por entidades relacionadas con el mundo de la cultura.