Alimentación

Imputan a seis personas por el transporte ilegal a Zaragoza de 50.000 conejos

Los animales fueron sacrificados y más tarde su análisis dio negativo en cuanto a existencia de enfermedad o sustancia tóxica.

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha imputado a seis personas como presuntas autoras de un delito contra la salud pública y numerosos delitos de falsedad documental, por transportar a Zaragoza 50.000 conejos sin los documentos legales necesarios


Las investigaciones comenzaron el pasado día 23 de enero cuando el Seprona de Zaragoza tuvo conocimiento de una posible irregularidad en el transporte de animales desde una explotación cunícola de Madrid a un matadero de la provincia zaragozana, informa la Guardia Civil.


Los agentes conocieron que el 14 de marzo se iba a realizar un transporte de conejos desde Madrid a Zaragoza en un camión, que fue interceptado para su inspección, y en el que observaron irregularidades, ya que según la guía de origen y sanidad pecuaria había salido de Toledo, cuando lo había hecho desde Madrid.


Se trasladó el camión hasta el matadero para su precinto, mientras un veterinario de la empresa pública Sociedad de Infraestructuras Rurales Aragonesas, Sirasa, comprobaba el estado de los animales, que, por razones de bienestar animal, fueron sacrificados y depositados en un local refrigerado.


Igualmente se comprobó que la documentación había sido falsificada en cuanto a la fecha del traslado y que el número de animales transportados no coincidía con el número real del transporte.


El conductor del camión manifestó que el transporte procedía de Torremocha de Jarama (Madrid) y no desde Toledo como constaba en la guía de transporte .


También se recogieron 50 canales de los animales para su remisión al Departamento de Sanidad y posterior análisis, que resultó negativo en cuanto a existencia de enfermedad o sustancia tóxica, pero que al existir numerosas irregularidades documentales los animales tuvieron que destruirse tal como dictan las normas higiénico-sanitarias vigentes.


La Guardia Civil solicitó al Seprona de Madrid que inspeccionara la granja de Torremocha de Jarama, lo que se hizo el día 21 de marzo en compañía de personal del área de Ganadería de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad, comprobando que existían numerosas irregularidades documentales.


Los agentes del Seprona de Zaragoza también realizaron gestiones con una empresa de suministro de piensos con base en Huesca y con diferentes empresas de ámbito nacional dedicadas a la inseminación de conejas.


De las informaciones obtenidas se determinó que la empresa de piensos suministraba a la explotación de Madrid, pero que los pedidos eran abonados por el propietario del matadero de Zaragoza.


Asimismo, se solicitó información a Castilla-La Mancha para probar que las dos explotaciones cunícolas de Toledo suministraban las guías de origen y sanidad pecuaria a la granja de Madrid.


El 28 de marzo, los agentes se trasladaron a Toledo para inspeccionar la explotación de Totanés, comprobando que igualmente existían irregularidades en los documentos, no habiendo ninguna anotación en el libro registro de haber realizado un transporte desde Toledo a Zaragoza.


Los agentes, tras tomar declaración al propietario de esa explotación, le imputaron tres delitos de falsedad documental por haber facilitado tres guías de transporte a la explotación de Torremocha de Jarama y documentar el transporte de conejos a Zaragoza como si vinieran desde Toledo.


Asimismo, se trasladaron a una segunda explotación en la provincia de Toledo, en la que se tenía conocimiento que su propietario había facilitado cinco guías de origen falsas a Madrid con los mismos fines, no logrando localizar al propietario.


Parte del equipo de Seprona se trasladó a Tres Cantos, donde fueron citados la titular de la explotación de Torremocha de Jarama y su esposo para tomarles declaración, reconociendo este último haber entregado las guías falsas al conductor del camión para realizar el trayecto.


El marido fue imputado por un delito de falsedad documental y otro contra la salud pública, y la titular, por un delito contra la salud pública.


La Guardia Civil comprobó que se realizaban estos traslados debido a que la granja de Torremocha de Jarama tenía una restricción de movimiento de salida de animales por orden judicial.


Asimismo, el 3 de abril agentes del Seprona, junto con personal del Servicio de Sanidad del Gobierno de Aragón, realizaron una inspección en el matadero cunícula de Zaragoza, donde encontraron numerosas irregularidades documentales.


Tras la colaboración del Seprona de Toledo, que realizó una inspección en la granja Velada de esa provincia, se determinó que tampoco existía anotación en el libro registro de haber salido animales durante las fechas investigadas y que el propietario de la misma había solicitado en ese periodo cinco guías de origen para el transporte.


El 10 de abril, se tomó declaración al propietario del matadero de Zaragoza y a su esposa, administradora de la misma, a los que se imputó por la existencia de numerosas irregularidades documentales y una posible implicación en otros hechos delictivos.