Zaragoza

Una obra para frenar una dolina genera malestar en Valdefierro

Desde el Ayuntamiento aseguran que los trabajos se han llevado a cabo para evitar que el agua de lluvia actúe sobre una depresión ?que está viva?.

Cerramiento de la dolina en Valdefierro
Una obra para frenar una dolina genera malestar en Valdefierro
T. M.

El pasado mes de junio, ante la evolución de una dolina en la avenida de las Estrellas, justo enfrente del Centro Comercial Alcampo Los Enlaces, el Ayuntamiento de Zaragoza decidió vallar una zona para, meses después, impermeabilizarla con el objetivo de impedir que el agua de lluvia actuara sobre la depresión.


Unos trabajos que, ya concluidos, han supuesto el malestar de los vecinos del barrio. Se trata, finalmente, de un espacio cercado con unos barrotes de madera que, según Andrés Vicente y Laura Malo, que residen en uno de los edificios colindantes, “solo sirve para atraer la atención de los más pequeños, con el peligro que eso conlleva, ya que el desnivel que han dejado en el terreno es demasiado pronunciado”, apuntan los zaragozanos. “Ahora que llega el buen tiempo, nos tememos que se convierta en una especie plaza destinada botellones nocturnos. Eso sí, si lo limpian, porque los perros ya campan a sus anchas”, insiste el joven matrimonio.


“Se supone que este ‘monolito’ lo han hecho para evitar que la dolina produzca más desperfectos. Hasta ahí me parece perfecto. El problema es que deberían haberlo vallado de otra manera. Dejarlo así es un peligro”, dice David Morales, otro vecino de la zona.


Situación que también preocupa, “y mucho”, a la Asociación de Vecinos Aldebarán. “Llevábamos años pidiendo soluciones para la dolina. Desde la agrupación hemos enviado hasta 20 cartas al Consistorio pidiendo soluciones. Y ahora, sin explicación alguna, han realizado una obra de la que ni siquiera nos han informado”, cuenta Juliana Algaba, vicepresidenta de la asociación. “En un principio, en ese espacio, se iba a hacer una plaza sin zona verde ni bancos. Entendemos que los técnicos hayan decidido actuar de otra manera, si es la más conveniente, pero deberían haber contado con nuestra opinión. A la agrupación se acercan muchos vecinos preguntando qué es lo que han hecho en dicha zona y no sabemos qué contestar porque no hay información al respecto”, cuenta Juliana Algaba.


Por su parte, fuentes municipales explican que “este espacio es una dolina, que está viva, y por lo tanto evoluciona, y en la que el Ayuntamiento de Zaragoza, en cumplimiento de una sentencia judicial, ha llevado a cabo tareas de impermeabilización para impedir que el agua de lluvia actúe sobre ella, acelere su evolución y afecte a las cimentaciones de los edificios colindantes”. “Actualmente, los trabajos están finalizados, a falta de colocar los carteles de ‘prohibido el paso a personas y perros”, apuntan las mismas fuentes, quienes insisten en que se trata de una zona que “no es un espacio de uso público”. “No se puede cubrir de tierra vegetal y regar, porque el agua actuaría sobre la dolina, ni se ha habilitado para su uso, porque, aunque sea mínimo, existe riesgo para las personas. El hecho de que tenga una pendiente pronunciada es precisamente para que el agua circule por gravedad y poder llevarla a la red de vertido”, concluyen desde el Consistorio.