Los escolares conocen los secretos de la micología en San Martín

La asociación de San Martín y la Asociación Proturismo Horizonte Moncayo coordinan las excursiones.

Un grupo de estudiantes zaragozanos atiende las explicaciones del micólogo Javier Cortés.
Los escolares conocen los secretos de la micología en San Martín
Nora Bermejo

Alrededor de medio millar de escolares visitan estos días la localidad de San Martín de la Virgen del Moncayo para descubrir el mundo de la micología. La asociación micológica de San Martín y la Asociación Proturismo Horizonte Moncayo coordinan estas excursiones medioambientales que también sirven para dar a conocer la zona.


En general, el nivel de conocimiento de las setas de los más jóvenes es casi nulo y algunos incluso sólo han visto setas en el comedor escolar o el supermercado. De ahí la importancia que tiene este tipo de iniciativas, que acercan la naturaleza y la micología a los niños. “A estas edades es muy bueno hacer este tipo de actividades para que puedan conocer las setas”, asegura Silvia Blasco, profesora del C.E.I.P. Espartidero de Zaragoza.


Doscientos alumnos de este colegio del barrio zaragozano de Santa Isabel van a visitar San Martín en diferentes salidas. Comienzan la jornada en el centro micológico del pueblo, para conocer la función medioambiental de las setas, y después visitan el Moncayo para buscarlas en su propio hábitat.


Previamente, en las aulas, los profesores han trabajado el tema de la micología para asentar unos conocimientos básicos. “Es nuestro proyecto de otoño, y cada grupo lo ha ido preparando de una manera diferente. Hemos repartido folletos sobre cómo iniciarnos en este mundo, cuáles son las partes de la seta, cómo hay que cuidar el campo… Después haremos un trabajo y con las setas que cojamos, igual hacemos una receta”, cuenta Blasco.


Los niños se lo pasan en grande mientras aprenden nociones básicas de micología. “Yo suelo coger setas en mi pueblo, Aranda del Moncayo, y me gusta comerlas, suelo coger rebollón y boletus”, dice una niña, mientras un compañero añade que “hay que saber mucho de las setas para poder comerlas”. “Yo conozco mucho Moncayo porque mis abuelos son de Tarazona y vengo todos los fines de semana. He aprendido que si no conoces la seta, no hay que cogerla porque puede ser mala. A mí me gustan los champiñones y el rebollón”, explica otro.


San Martín consolida su vinculación a la micología con este tipo de actividades y también con las jornadas que arrancan este fin de semana, con una salida al campo, clasificación de especies, exposición y degustación gratuita.

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