Paella y diversión en la primera comida joven de Tarazona

Setecientos jóvenes de Tarazona compartieron el domingo la primera comida de la juventud que se celebra en las fiestas. Diez camareros se encargaron de servir mesas interminables, mientras otras tres personas repartían el arroz de la gran paellera en los platos. La horquilla de edad era muy amplia, desde adolescentes hasta personas muy avanzadas en la treintena. Lo importante fue que todos se juntaron en medio de un gran ambiente para apoyar una iniciativa que partió de tres chicas de la ciudad.

Al ser la primera edición, se vieron detalles mejorables. Por ejemplo, costó comenzar porque hubo que hacer cambios de lugar de varias mesas, ya que el sol pegaba fuerte a esas horas, y había sombra desaprovechada entre los árboles del parque de Pradiel.

Todos los participantes lucían en sus muñecas unas pulseras identificativas: amarillas para los menores de edad, y azules para los mayores de 18 años. Enseñándolas en las barras, obtenían bebida más barata. Pero las azules se agotaron, y había adultos que llevaban las de color amarillo.

"A ver si luego no nos van a dar alcohol, aunque se nos notan los años", comentaban. La fiesta se alargó por la tarde y por la noche, con música.