Materializar el Belchite del siglo XX a través de libros antiguos, fotografías, cartas manuscritas o hasta partes de guerra es el objetivo de Juan Carlos Salavera, técnico de turismo y coleccionista que lleva años acopiando material sobre el pasado reciente de la localidad.

Numerosas visitas a ferias y rastreos en subastas y casas de colección en internet es el resultado de este trabajo, gracias al cual ya ha recopilado unas 200 fotografías de los años 40, 50 y 60, décadas que permiten ver el antes y el después de la devastadora batalla del 37. "Estoy siempre muy pendiente de todo lo que sale y cualquier tipo de material de interés que surge lo compro", comenta Salavera, quien poco a poco va digitalizando e inventariando este material. "En el momento que exista algún espacio en el Ayuntamiento lo podré ceder, y cuando me lo piden voy atendiendo consultas para tratar de cubrir la carencia de un centro de documentación", comenta este estudioso de la historia local.

Entre el material con el que se ha pertrechado durante estos años, piezas de interés como los negativos del marqués de Nuestra Señora del Villar, fotógrafo de los años 40 que se dedicó a fotografiar lo más significativo de la España del momento. "Me extrañó bastante que salieran a la venta porque hay un archivo oficial de este fotógrafo y el Archivo General de la Administración tiene copia de estas fotos", comenta Salavera, quien apunta que estos negativos permiten ver el Belchite "tal y como quedó el Pueblo Viejo en el año 38, muy distinto del que conocemos ahora, además de la utilidad que pueden tener para rehabilitar cualquier tipo de edificio".

En su haber tiene otras muchas instantáneas de fotógrafos anónimos, muchos de ellos alemanes que estuvieron en la zona durante la contienda, o documentos posteriores, de los 50 y los 60, años en los que se acelera la degradación del Pueblo Viejo. "Por ejemplo, en algunas de estas fotos de los 50 todavía se puede ver el arco de la villa y los edificios de alrededor, de los que ahora no queda absolutamente nada de ellos", apunta.Cartas manuscritas y libros escolares

También este repositorio de la historia de Belchite se ha compuesto con numerosas cartas, manuscritos, manuales y hasta un documento de 50 páginas mecanografiadas de partes oficiales originales de 1938 del Ejército del Este que adquirió en una feria de libro antiguo, un testimonio vivo y de primera mano sobre los acontecimientos en la batalla. "Se ve cómo esta batalla fue silenciada, y al final lo que se hace es una especie de informe en el que se muestra el verdadero estado del Ejército republicano en ese momento", explica Salavera.

Y entre las curiosidades, un libro escolar de 1943 recientemente adquirido en internet que se utilizaba para explicar la contienda de Belchite en las escuelas, dentro de una colección de hitos históricos, o la 'Defensa antitanque', manual editado en 1938 escrito por el Capitán Adrada, un libro de interés para arqueólogos e historiadores ya que desvela dónde se supone que se situaban todas las defensas.

"Muchos turistas pasan por la oficina de turismo y hacen mención a familiares y antepasados que estuvieron en esta batalla", dice Salavera, contactos a través de los cuales también ha ido recopilando otro tipo de material como cartas y escritos, con recuerdos y testimonios más personales sobre anécdotas, la vida en el frente o cómo eran acogidos por las poblaciones del lugar.

"Lo que quiero es seguir coleccionando, ir creando un camino para que el día que haya un centro de documentación o interpretación ya pueda haber fondos y las estanterías no estén vacías", apunta el técnico, que además de digitalizar e inventariar poco a poco este material, atiende todas las consultas que llegan sobre estas cuestiones a través de la Oficina de Turismo de Belchite.