De Bilbao a Novallas, un viaje al pasado a pie

Siete jóvenes recorren el mismo camino que sus padres cuando dejaron el pueblo para ir a la capital.

Los siete amigos durante una etapa del viaje
De Bilbao a Novallas, un viaje al pasado a pie
Itoiz Navarro

Vivir el éxodo rural, pero al revés. Esta fue la idea con la que Sergio Ruiz y seis amigos más decidieron comenzar esta andadura. "Queríamos vivir la experiencia que tuvieron nuestros antepasados cuando dejaron Novallas para probar suerte en Bilbao", sostiene Ruiz. El viaje comenzó el pasado sábado cuando abandonaron andando Bilbao para llegar hasta el pueblo zaragozano donde nacieron sus padres. “Aunque algunos somos de Zaragoza, la gran mayoría tuvieron que emigrar a Bilbao, por eso decidimos realizar esta ruta que pasa por cuatro comunidades autónomas diferentes”, resalta.


El recorrido, de unos 250 kilómetros, lo dividieron en 8 etapas. “Salimos de la Estación del Norte de Bilbao, que es a la que llegaban los trenes antiguamente”, recuerda Ruiz. Y este sábado han llegado a Novallas después de hacer siete paradas: Orozko, Gopegi, Alegría Dulantzi, Santa Cruz de Campezo, Calahorra y Corella. “La decisión la tomamos hace dos meses y encontrar los sitios en los que parar fue lo más complicado, primero porque no queríamos que fuera muy desigual el número de kilómetros y después porque hay muchos pueblos que son muy pequeños o tienen la casa rural cerrada, lo que dificulta encontrar alojamiento”, destaca.


La lluvia, la nieve y el viento han sido los principales protagonistas de esta aventura. "Hemos tenido muy mala suerte, porque después de cuadrar días con el trabajo y la familia, nos ha tocado la peor semana de todo el invierno", recalca. Tal ha sido la situación que durante los primeros días por el País Vasco les llegaba la nieve hasta las rodillas. "Ha sido muy duro, por ejemplo algún día que nos iba a costar unas 8 horas luego eran una o dos más", señala. Situación que no todos han vivido de la misma manera porque mientras que unos sí que estaban más acostumbrados a realizar este tipo de actividades, otros no. "Unos cuantos tienen ampollas en los pies de tanto andar", sostiene. Y es que cada día caminaban durante una media de 30 kilómetros aunque, por ejemplo, la penúltima etapa constaba de 44.


En su viaje han pasado por País Vasco, Navarra, La Rioja y Aragón, cuatro comunidades que ofrecen países y climatologías muy diferentes. "Ver todos estos paisajes ha sido una experiencia increíble y el más bonito fue el del País Vasco. Sinembargo, si hubiéramos hecho otra ruta diferente yendo por el Pirineo, está claro que la visión cambiaría", puntualiza. Pese a la belleza del recorrido vascuence, las nieves y los desniveles han puesto en más de un aprieto a estos viajeros, que tienen claro que la mejor zona del viaje comienza en la ribera del Ebro. "El terreno es mucho más llano y aunque haya más viento es mucho más fácil caminar por una zona así", sostiene.


A pesar de las dificultades que han sufrido, nada empaña el espíritu de esta aventura, que previsiblemente repetirán. "No sabemos cuándo pero sí que queremos volver a hacerlo porque ha sido algo muy especial", destaca. Y si no lo hacen ellos, otros tomarán su relevo. "Ya hay muchos vecinos de Novallas que nos han preguntado la ruta, cómo lo hemos organizado, etc. porque ellos también quieren ponerlo en práctica", asegura.


Así, los hermanos César y Luis Lapeña, los primos David López e Itoiz Navarro, Jorge Mendivil, Javier Grasa y Sergio Ruiz han llegado este sábado a su destino. Algo que les ha provocado sensaciones contrarias. "Por un lado estamos contentos porque hemos logrado nuestro objetivo, pero por otro nos da pena porque ya se ha terminado", señala Ruiz. Y es que estos siete amigos (alguno ha tenido que ir y volver por incompatibilidades personales) no pueden verse diariamente y esta travesía ha supuesto todo un cambio en sus vidas. "Con el trabajo y la familia a veces es complicado, en mi caso había a alguno que no lo veía desde hacía dos y tres años", subraya. Su nexo de unión durante toda la vida ha sido Novallas, allí se conocieron, se hicieron amigos y es el "culpable" de que esa amistad siga viva más de veinte años después.