La continuidad del párroco de Épila acusado de acoso se decidirá "lo antes posible"

La marcha del párroco la ha pedido la Asociación de Vecinos que ha sido recibida por el vicario.

El Arzobispado de Zaragoza tomará lo "más rápido posible" un decisión sobre la continuidad del párroco de Epila, acusado por un diácono de acoso y cuya renuncia cautelar ha solicitado este viernes una asociación de vecinos de la localidad para evitar que pueda haber enfrentamientos entre los vecinos.


La marcha del párroco, Miguel Angel Barco, la ha solicitado esta mañana mediante un escrito que ha entregado en el arzobispado el presidente de la Asociación de Vecinos de Épila, Fernando Simón, quien ha sido recibido por el vicario de zona.

El representante vecinal ha dicho a los medios de comunicación, tras entregar el escrito, que en el arzobispado le han trasladado que "comprenden la situación" y que lo "más rápidamente posible tomarán una determinación", porque el asunto "es grave y puede ser peligroso", ha indicado.


Cuando tengan tomada una decisión les "avisarán", ha manifestado José María Simón, quien ha reiterado que, según le han dicho, lo "solucionarán" lo más rápido posible.


En la carta que ha entregado en el arzobispado, la asociación, que representa a unas sesenta familias, pide "enérgicamente" la "retirada cautelar" del párroco en representación de las llamadas de muchos vecinos "preocupados" por un tema "de posibles abusos sexuales y entregas de dinero cuando menos sospechosas".


"Las acusaciones son graves y eso está creando una gran alarma social en el pueblo", señala en su escrito la asociación, que emplaza al arzobispado, que ha abierto una investigación sobre este asunto, a que acepte su petición porque "hay mucha gente preocupada e indignada".


El representante vecinal ha expresado su temor a que este asunto divida más al pueblo, porque hay gente a favor del párroco y del diácono, por lo que "si esto se dilata en el tiempo" se puede generar "un conflicto bastante serio", ha advertido.

Lo único que pretende la asociación con su petición es "evitar que haya conflictos" en el pueblo, ha remarcado Simón, quien ha precisado que ellos no entran en quien tiene razón, un asunto que deberán dilucidar las autoridades eclesiásticas y judiciales.


Esta asociación de vecinos, que se constituyó en septiembre pasado, también puso el pasado mes de octubre en conocimiento del arzobispado la puesta a la venta por parte del párroco de 47 casullas y un altar en una pagina de internet, cuya propiedad querían conocer por si fuera patrimonio de la parroquia.


José María Simón ha señalado que están a la espera de que el arzobispado les conteste sobre este asunto, aunque ha precisado que actualmente solo aparecen 29 casullas en la citada página.


El dirigente vecinal ha reconocido que hasta que no ha trascendido en los medios de comunicación en el pueblo no se sabia nada, aunque el diácono se marchó en marzo "sin decir nada a nadie", a pesar de que tiempo atrás vecinos del pueblo recogieron firmas para que no fuera trasladado a otra localidad y "se quedó".


La asociación no descarta tomar otras medidas, aunque esperarán a conocer la decisión que adopte el obispado sobre el futuro del párroco, quien por su parte ha presentado ante la Guardia Civil una denuncia por calumnias contra el diácono.

Por su parte, el Arzobispado de Zaragoza informó ayer de que ha abierto una investigación sobre la "supuesta relación de acoso" entre párroco y diácono y confirmó que abonó a éste 60.000 euros netos, sin aclarar en qué concepto.


Asimismo, ratificó que la renuncia de Manuel Ureña como arzobispo de Zaragoza hace dos semanas tiene su origen en sus problemas de salud y no a que el Vaticano le obligara a renunciar tras ordenar la entrega del dinero al diácono, como han publicado algunos medios.