La fiesta arrancó con ánimo juvenil el pasado jueves en la localidad de Sestrica. Más de 300 jóvenes, muchos de ellos disfrazados, se reunieron para presenciar el chupinazo y acabar rociados por agua desde los balcones y espuma desde el cañon instalando sobre un remolque.

"Ahora en verano apetece refrescarse, y entre el reparto de cerveza, el cañon de espuma y que los vecinos sacan la manguera de agua o un cubo desde el balcón, la juventud se lo ha pasado muy bien. Es bonito ver que todo el pueblo participa", contaba el alcalde de Sestrica, Miguel Pinilla.

Ayer los vecinos pudieron degustar las más variadas tortillas, entre unas diez o doce, en el concurso culinario que se organizó desde la comisión de festejos. Para los que no tuvieron suficiente, le siguió justo después un concurso de ranchos en las piscinas.

Ya con el estómago lleno, los pequeños midieron fuerza y habilidad con la raqueta en un campeonato de frontón, y los más mayores compitieron en astucia con un concurso de rabino en la Asociación de la Tercera Edad.

Por la noche, como ya manda la tradición, los sestricanos se reunieron en la plaza del Ayuntamiento para animar los ánimos festivos con una verbena. Le siguió un toro embolado y discomóvil para los jóvenes.