Las piscinas de Villamayor estrenan una silla elevadora para discapacitados físicos

Como tantas otras, las piscinas de Villamayor de Gállego ?en Zaragoza-, inauguraban la temporada de baño a finales del pasado mes de mayo. Sin embargo, lo han hecho con una gran novedad. Y es que este año, las personas con discapacidad física ya no tienen barrera alguna que les impida acceder a los vasos con facilidad para darse un chapuzón. El Ayuntamiento de la localidad ha comprado una silla elevadora adaptable que les permite entrar y salir del agua, solo con la ayuda del socorrista o la persona de mantenimiento.

Desde la institución municipal se sienten "orgullosos" con la medida tomada, porque según aseguran, era un servicio demandado por algunos vecinos con problemas de movilidad reducida. "Al menos tenemos ya cinco usuarios de la piscinas que se benefician de este servicio y solo podemos estar contentos por ello", explica el concejal de Equipamientos del Ayuntamiento de Villamayor, Carlos Brosed. "Aquí nos conocemos todos y desde hace tiempo nos venían pidiendo alguna solución, así que nos pusimos a buscar y optamos por la opción de la silla", añade.

"Llevaba dos años sin poder disfrutar de la piscina"

Jesús Lostao, es uno de los usuarios con movilidad reducida. Hace dos años le dio un ictus y perdió la movilidad total de un brazo. Se desplaza con un silla de ruedas en el 90% de la ocasiones y, el resto, con la ayuda de una muleta. "Me encanta el agua porque soy buceador y también tengo el título de patrón de yate, pero llevaba dos años sin poder disfrutar de la piscina porque no podía entrar y salir del agua", explica Lostao, de 54 años, quien asegura estar "muy feliz e inmensamente agradecido" con la decisión del Ayuntamiento. Desde que se ha inaugurado la temporada de piscinas, pocos días falta a su cita con el agua. Se desplaza hasta el recinto con su silla y, después coge una muleta para llegar hasta los vasos. "Esto además me viene estupendamente para realizar ejercicios de fortalecimiento de la musculatura en el agua", agradece.

La silla funciona con un sistema de manivela

El nuevo sistema, que ha costado a las arcas municipales un total de 4.000 euros, es sencillo. La silla se encuentra a diario en la "playa" de la piscina, donde hay un gran espacio y cuando alguno de los usuarios quiere acceder al agua basta con avisar al socorrista o a la persona encargada del mantenimiento. Estos, se encargan de ayudarlos a sentarse en la silla y con un sistema de manivela la silla baja hasta el agua. La operación se repite para salir de los vasos.

El Centro Cívico es el único espacio público que queda con barreras

En los últimos años, el Consistorio de Villamayor ha realizado varias obras en las calles y edificios de la localidad para eliminar las barreras arquitectónicas. A través de la creación de badenes, han bajado algunos bordillos que alcanzaban los 20 centímetros de altura en calles como las de El Paso, Buen Aire, o del Santuario y han arreglado otras como la del Molino, "impracticables" por el levantamiento de baldosas producido por las raíces de los plataneros.

"Fue un compromiso que adoptó el equipo de Gobierno y se ha actuado casi en la totalidad de las calles del municipio", recuerda Brosed. "Además, antes no había cuadrilla de mantenimiento en el municipio y con la intención de municipalizar los servicios, creamos una que es la que, entre otras cosas, se ha encargado de las obras", añade.

Con estas adaptaciones, el único edificio público que queda en la localidad con alguna barrera arquitectónica es el acceso a la segunda planta del Centro Cívico, y según apuntan desde el ayuntamiento, ya tienen contemplada la decisión de incluir un partida de dinero en los próximos presupuestos para instalar un ascensor. Asimismo, valoran también la necesidad de facilitar los accesos a la Hostelería de la Duquesa de Híjar, construida en el año 1759 como edificio anejo a la ermita de Nuestra del Pueyo ?recientemente rehabilitada por la escuela-taller-.