Universidad de Zaragoza

150 universitarios orientarán este año a los 'novatos'

El Programa Mentor de la UZ aumenta en su segundo año el número de plazas y de candidatos, que obtendrán a cambio dos créditos y una rebaja de 80 euros en la matrícula.

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F. P.

Ayudar a los recién llegados para que su 'aterrizaje' en el mundo universitario sea lo menos traumático posible. Ese es el objetivo del Programa Mentor de la Universidad de Zaragoza, que cierra este verano su primer año de experiencia y prepara ya a los candidatos del próximo curso.


En total, un centenar de alumnos de tercero o cuarto de carrera del campus aragonés han participado en esta novedosa iniciativa. Y bien sea por el interés de los universitarios por ayudar, o por la rebaja en la matrícula de 80 euros y la concesión de dos créditos, lo cierto es que la convocatoria 2013-2014 ha incrementado notablemente el número de interesados.


Tanto es así que la UZ ha ampliado todo lo posible el presupuesto previsto para poder aumentar el número de mentores hasta los 150, repartidos en más de 40 titulaciones de Grado. Se estima que se han recibido un 30% más de solicitudes que de plazas, lo que ha obligado a los diferentes centros a realizar procesos de selección a través de entrevistas personales o con la entrega de una memoria.


“Estamos realmente muy contentos con la aceptación que está teniendo. Se ha apuntado mucha más gente de la prevista, y los de la primera edición quieren repetir”, explica José María Yusta, responsable del Programa Mentor.


“El objetivo es que los alumnos recién llegados se adapten lo mejor posible al entorno universitario, más allá de conseguir una mejora del rendimiento académico, que si llega, bienvenida sea”, señala. Como novedad para el próximo curso, Yusta asegura que “se va a formar más a los mentores y se les va a dotar de nuevas herramientas”.


Reducir el abandono

Aunque el esfuerzo de los mentores se dirija a mejorar la “adaptación social” de los nuevos alumnos, el programa es una de las vías utilizadas -sobre todo en las universidades americanas- para reducir la tasa de abandono, que en la UZ se sitúa en torno al 15%.


La mayoría de las 'bajas' se dan en primero y segundo de carrera. A partir de entonces, son pocos los que se retiran. De ahí que el trabajo con los recién llegados sea tan importante. Para ello se realizan sesiones con los 'novatos' en las que se analizan los planes de estudio, se revisan las asignaturas a elegir y se aportan consejos sobre cómo abordarlas.


A su vez, los alumnos reciben explicaciones de cómo afrontar los exámenes, la planificación del tiempo, la normativa de la universidad, o incluso sus instalaciones y servicios.


Para poder convertirse en mentores, los estudiantes deberán haber superado al menos el 50% de los créditos de la carrera y “demostrar motivación y habilidades sociales para desempeñar su actividad”, según se especifica en la convocatoria. Además, reciben formación especializada que les permita realizar su labor de la manera más eficiente.