El Consejo de Ministros ha acordado este viernes que los ayuntamientos de menos de 1.000 habitantes no puedan dar ningún tipo de retribución a sus concejales y alcaldes. En Aragón, la medida afectará a 620 ayuntamientos, en los que sus representantes locales no podrán ni dietas ni ningún otro complemento salarial. Además, todos los ayuntamientos aragoneses verán limitadas las competencias que pueden ejercer y deberán rendir cuentas, obligatoriamente, ante el Ministerio de Hacienda.

La reforma de la Administración Local impulsada este viernes por el Consejo de Ministros –que ahora se envía al Consejo de Estado para que informe sobre ella- plantea además una reducción de sueldos a los alcaldes de las ciudades con más población. En el caso de Zaragoza, su alcalde no podrá cobrar en ningún caso más de 100.000 euros. En 2010, según detectó el Tribunal de Cuentas, cobró 121.000 euros de las arcas municipales, por lo que deberá ajustarse el sueldo en al menos 20.000 euros.