A nivel nacional

La carretera del aeropuerto, una de las más peligrosas para los motoristas

Un estudio elaborado por la asociación europea EuroRAP, en el que participan Fomento y la DGT, señala el elevado riesgo de accidentes de esta vía, sobre todo para los ciclomotores y motocicletas.

Un día con niebla en la carretera del aeropuerto
La carretera del aeropuerto, una de las más peligrosas para los motoristas
A. ALCORTA

La N-II y N-232 acaparan gran parte de la siniestralidad de las carreteras aragonesas, pero también existen otras vías en la que el riesgo de sufrir un accidente es elevado. Un informe elaborado por la asociación europea EuroRAP en el que analiza más de 24.000 kilómetros de la red vial española señala a la N-125, la carretera del aeropuerto de Zaragoza, como una de las más peligrosas de España, sobre todo para las motocicletas.


Aunque durante el año pasado una de cada cuatro víctimas mortales en accidentes en la Comunidad falleció en 120 kilómetros de los tramos sin desdoblar de estas dos polémicas nacionales, los datos de siniestralidad de la N-125 tampoco son despreciables. Durante los tres años analizados (2009-2011) en este estudio, en el que participan organismos oficiales como el Ministerio de Fomento, la DGT o el Gobierno de Aragón, se produjeron una media anual de cuatro accidentes con fallecidos o heridos graves en solo seis kilómetros de trazado.


Pero el riesgo, según advierte este informe, es todavía más elevado para los conductores de motocicletas y ciclomotores, ya que este tipo de vehículos se han visto involucrados en más de la mitad de los accidentes que se producen en la carretera del aeropuerto.


“No tenemos constancia de la siniestralidad de esta vía, pero sí es cierto que la carretera no se encuentra en buenas condiciones”, asegura Miguel Ángel Bernal, delegado de Stop Accidentes en Aragón, quien sí asegura que los accidentes siempre son más peligrosos para los motoristas: “Cualquier accidente es más grave para los conductores de motos, ya que el 'chasis' es su propio cuerpo y están mucho menos protegidos”. Un problema que también se da en la zona urbana, ya que más de la mitad de las personas que fallecieron el año pasado en accidentes en Zaragoza fueron motoristas.


En el caso de las vías interurbanas, Bernal se muestra preocupado por un estado de conservación que ha ido a peor en los últimos años: “Lo que no se puede hacer es dejar de lado el mantenimiento de la red vial, ya que puede tener consecuencias muy negativas. Ahora usan la excusa de la crisis, pero cuando había dinero tampoco las arreglaban”. Sin embargo, otra de las causas de la peligrosidad de esta vía puede ser el gran número de puntos de acceso que existen a lo largo de todo el recorrido para entrar y salir de las numerosas fincas y urbanizaciones de la zona.


Aunque esta carretera tiene un nivel importante de tráfico, con una intensidad media diaria de más de 10.000 vehículos, buena parte de los usuarios son vecinos de la zona. “Muchos son habitantes de Garrapinillos o las fincas de la zona, por lo que conocen bien el trazado y eso reduce la peligrosidad”, explica Bernal.


Otras zonas de riesgo

Además de este punto, el informe señala otras zonas de elevado riesgo en toda la Comunidad. Hasta una treintena de tramos conflictivos -de riesgo entre moderado y muy elevado- aparecen repartidos por las tres provincias en el mapa de riesgo elaborado por EuroRAP. Uno de los puntos con mayor peligrosidad se encuentra en la provincia de Teruel, en la N-234, mientras que el resto de zonas de riesgo se distribuyen por toda la geografía aragonesa.


A nivel nacional, el mayor porcentaje de puntos peligrosos se encuentran en Asturias y Galicia, aunque estos tramos de riesgo han descendido notablemente en toda España. En la última década, el numero de tramos de riesgo elevado o muy elevado ha descendido del 36% al 5,8%, mientras que los de peligrosidad muy baja han aumentado del 5% al 39% en este periodo.