ZARAGOZA

Plaza Imperial se estrena en fin de semana a tope y con más problemas en los accesos

En su tercer día de apertura al público, Plaza Imperial vivió ayer una auténtica prueba de fuego. Primer festivo, principios de mes, en plena operación de vuelta al cole y una mañana que amenazaba lluvia. Todo hacía presagiar una afluencia masiva de visitantes. Los pronósticos se cumplieron y la gerente Ana León calculaba que al final de la jornada se alcanzarían las 70.000 visitas, por debajo de las 100.000 de la sesión inaugural.


Al mediodía se habían contabilizado 15.000 personas y cuando el establecimiento abrió sus puertas ya había gente esperando en las entradas. Un sábado de peregrinaje, sobre todo de familias enteras, hacia un espacio comercial al que dedicar gran parte del día.


"Vengo por segunda vez, porque en la inauguración no pudimos subir al monorraíl. La cantidad y calidad de las tiendas es impresionante, de lo mejor", aseguraba Merche Portero, una zaragozana del barrio Oliver que acudió con su marido, su hija, su hermana, su cuñado y dos sobrinos. Los siete llevaban 40 minutos haciendo cola para subirse al vehículo que con sus 36 plazas es una de las principales atracciones. "En la Expo hemos llegado a estar más de cuatro horas, por lo que esto tampoco nos extraña", se animaba Merche. A las 18.20 la fila superaba el centenar de personas.


Un balance más que positivo hacía de este arranque el director en Madrid y Aragón de Yelmo Cines, Alejandro Peña. El viernes la película en 3D "Viaje al centro de la Tierra" atrajo a 850 espectadores, convirtiéndose en la tercera sala del país en su género después de las madrileñas Kinépolis e Isla Azul. "Tenemos vendido todo el fin de semana, solo queda algo del pase de noche del domingo a las once y hoy (por ayer) verán el filme cerca de 1.200 personas", explicaba Alejandro Peña, sin olvidar que el centro dispone de 12 salas y 2.950 localidades.


Misión imposible era hacerse con una butaca roja de las que vibran. "Vinimos el viernes y ya no había y para el sábado tampoco, por lo que vamos a entrar y, si acaso, ya volveremos", comentaba Javier Busse, un cinéfilo que acudía a la sesión de las 18.25 con su mujer y sus dos hijas. "Conocemos todos los cines de Zaragoza, así que luego podremos comparar", reconocía. Se lamentaba de que en taquilla no se pudiera pagar con tarjeta.


La nota negativa volvieron a ser los accesos. A las siete de la tarde, una hora punta, los párquines, con 6.000 plazas, casi se saturan. Hubo que habilitar el área de camiones para que entraran 200 coches más y facilitar de esta forma el tráfico interior por los viales. En el control de los estacionamientos se empleaba a fondo un dispositivo especial de 18 personas, a los que se sumó después la Guardia Civil de Tráfico ya en la carretera. Si a las 19.15 había una retención de menos de un kilómetro en la autovía de Madrid A-2, a las 21.20 el atasco llegaba a los tres kilómetros al coincidir con la circulación que se dirigía al concierto de Bunbury en la Feria de Muestras.


Hay pintadas dos nuevas paradas de autobús, una en la rotonda de acceso y otra en el parque de Medianas, que se espera entren en funcionamiento la semana que viene. La parada de taxis tampoco está activada, pero ya hay conductores que la han estrenado. Detalles que quedan por pulir y que no pasan desapercibidos.