JUSTICIA

Los neonazis que casi matan a un joven se enfrentan a 10 años de cárcel

La agresión se cometió en el Actur y el fiscal los acusa de tentativa de asesinato.

Los tres cabezas rapadas que en marzo de 2006, en compañía de dos menores de edad, atacaron a un joven en el barrio del Actur de Zaragoza y lo dejaron malherido, serán juzgados el próximo 11 de marzo en la Audiencia Provincial de la capital aragonesa por un delito de asesinato en grado de tentativa. El fiscal pide para cada uno de ellos diez años y medio de prisión y que se les prohiba comunicar y acercarse a la víctima, Ramón Redondo, a menos de 200 metros, durante un periodo de diez años.


También solicita que sean condenados a sendas multas por dos faltas, una de injurias y otra de maltrato de obra, con la agravante de actuar por motivos racistas, ya que antes de atacar a Ramón Redondo persiguieron e insultaron a una joven de raza negra. Los tres están en prisión preventiva desde que se cometió la agresión.


El fiscal recoge en su escrito el mismo relato de hechos que la titular del Juzgado de Menores número 1 consideró como probados en la sentencia en la que condenó a seis años de internamiento a los dos menores, dictada en noviembre de 2006 y ratificada por la Audiencia Provincial un año después.


La agresión ocurrió en la madrugada del 26 de marzo. Según el escrito de la fiscalía, Juan Antonio Ivernón, de 21 años, José Alberto Burriel, de 24, Gema Benjamina Palomar, de 19, y los dos menores de edad, habían cenado en el domicilio de la joven, en el Actur, y sobre las 2.00 salieron a dar una vuelta. Todos ellos, salvo uno, vestían indumentaria característica neonazi.


Tras ser expulsados de un bar, se metieron con una joven de raza negra a la que insultaron con expresiones tales como "negra de mierda", "hueles mal" y "puta", a la vez que uno la empujaba y le daba algún tirón de pelo. La joven logró zafarse de ellos y meterse en el portal de su casa, desde donde les devolvió el insulto diciéndoles: "puta tu madre". Todos echaron a correr para alcanzarla, aunque no lo lograron.


Sobre las 3.00, en la calle de Pablo Iglesias, observaron a un joven de facciones redondeadas, que caminaba solo y vestía con ropa holgada. "Al verlo, los dos menores y los tres adultos, en unidad de acción y propósito, se metieron en un lateral de la calle y lo sorprendieron por su derecha. Después, se colocaron de forma organizada, uno a la izquierda y los otros a la derecha, de modo que inevitablemente tenía que pasar por el hueco que habían dejado", señala el fiscal.


A pesar de que Ramón Redondo cruzó entre ellos con la cabeza baja y mirando al suelo para evitar la confrontación, recibió un primer golpe por detrás, en la parte posterior de la cabeza. Después, "fue rodeado y sujetado para pegarle toda suerte de patadas y puñetazos", especialmente dirigidos a la cabeza. Los golpes le fueron propinados con dos trozos de ladrillo y uno metálico, de tapa de alcantarilla, que le causaron la fractura y el hundimiento del cráneo. Cuando comenzó a sangrar, todos abandonaron el lugar sin que ninguno hiciera nada por ayudarle.


Enrique Trebolle, abogado de la víctima, pide para cada uno de ellos doce años y medio de cárcel, mientras que los letrados de la defensa -Javier Notivoli, José Enrique Navarro Celma y Eva Parra- solicitan la absolución.