URBANISMO

Los contenedores soterrados del Casco se retrasan por problemas técnicos

Casi todos los compartimentos están terminados desde hace semanas, pero los ajustes entre los cubos y los camiones y la falta de suministro eléctrico alargan su instalación.

Los contenedores de la calle de Pedro Soler, a falta de que se pongan los 'buzones'.
Los contenedores soterrados del Casco se retrasan por problemas técnicos
oliver duch

Los contenedores soterrados del Casco Histórico se están haciendo de rogar. Unos problemas de compatibilidad entre estos recipientes y los camiones que tienen que recogerlos, además de la falta de suministro eléctrico que tiene que autorizar Endesa, han alargado los plazos de su instalación. Pese a ello, fuentes de Servicios Públicos aseguraron que se colocarán sin problemas antes de fin de año, como exige el Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL), que es quien los paga.

 

La empresa Ceinsa, que se encarga de la obra, confía en comenzar a instalar los contenedores en las próximas semanas. La mayor parte de los compartimentos subterráneos que ocuparán estos contenedores están terminados desde hace varias semanas -algunos de ellos, desde hace un par de meses-, pero las cubiertas y los 'buzones' donde se tirará la basura no están colocados, a la espera de que se solucionen los dos problemas mencionados. Sin embargo, fuentes de esta empresa señalaron que entregarán la obra en la fecha prevista (11 de noviembre), aunque no haya suministro eléctrico, ya que esto último depende exclusivamente de Endesa.

 

En total, se van a instalar 30 módulos de tres contenedores cada uno (papel y cartón, envases y vidrio) en distintos rincones del Casco Histórico. La obra, reclamada desde hace tiempo por la Junta de Distrito y por su concejal delegado, José Manuel Alonso, fue incluida por el Ayuntamiento en las obras del FEIL con un presupuesto de adjudicación de 1,9 millones de euros. Hubo que cambiar algunas de las ubicaciones previstas inicialmente, ya que afectaban a tuberías y servicios importantes.

 

La obra ha requerido acabar con algunas plazas de aparcamiento, pero permitirá que los contenedores no estén en la superficie, con la ventaja visual e higiénica que ello conlleva. El sistema es muy práctico: los vecinos podrán echar la basura por unos 'buzones', como ya ocurre en Valdespartera con la recogida neumática.

 

Como la tapa de un libro

La basura cae a unos contenedores similares a los que hay en la calle por toda la ciudad. Por las noches, cuando llegue el camión, el conductor accionará el mecanismo con un mando a distancia. La superficie que cubre el contenedor se levantará como si fuera la tapa de un libro hasta quedar perpendicular al suelo. Entonces, el contenedor ascenderá a la superficie gracias a una plataforma hidráulica que lo impulsa. El camión, de carga lateral, lo elevará como lo hace con los cubos 'normales' y lo volverá a dejar en su sitio. Activará de nuevo el mando a distancia para que la plataforma vuelva a bajar y la tapa cubra el sistema.

 

Las obras comenzaron el pasado 11 de mayo y tienen un plazo de ejecución de seis meses. Para realizar la estructura hubo que excavar, teniendo en cuenta los conductos de servicio que pasan por la zona. La estructura que recubre el contenedor es un gran cubo de hormigón con canalizaciones que van a la red de desagüe, por donde pasa el agua que se usa para limpiar los contenedores.

 

Durante el año que viene está previsto que se instalen otros 15 contenedores soterrados en Zaragoza. Se trata de los correspondientes a la mejora incluida en el último contrato de la concesionaria de la limpieza pública, FCC. Su ubicación, aunque ha comenzado a estudiarse, todavía no está decidida.