INFRAESTRUCTURAS

Las nuevas vigas de la Gran Vía serán más pequeñas, ligeras y resistentes que las antiguas

La fábrica de Prainsa en Zuera cumple estos días con el encargo de casi 300 unidades. El cauce del Huerva ya se está preparando para comenzar a instalarlas el próximo lunes.

Las nuevas vigas de la Gran Vía serán más pequeñas, ligeras y resistentes que las antiguas
Las nuevas vigas de la Gran Vía serán más pequeñas, ligeras y resistentes que las antiguas
JOSÉ M. MARCO

Las vigas que soportarán el paso del tranvía, del resto de vehículos y de los peatones en la Gran Vía se 'cocinan' estos días en Zuera. En Prefabricados Zuera, del grupo Prainsa, trabajan en la producción de las casi 300 unidades que conforman el encargo de la sociedad Los Tranvías de Zaragoza, constructora de la obra. Serán estructuras más ligeras, más pequeñas y más resistentes que las viejas vigas que estos días se retiran del cubrimiento, ante la expectación ciudadana.

 

En las enormes instalaciones de Zuera, ya aguardan casi un centenar de estas vigas, que miden más de 14 metros de largo y pesan casi ocho toneladas cada una. Como las viejas vigas, están hechas de hormigón, aunque la calidad y resistencia de unas y otras no tiene nada que ver. El deteriorado hormigón armado de los viejos soportes será sustituido por el autocompactable de los nuevos.

 

El tamaño también varía, ya que las vigas que se construyen en Zuera pesan 7,91 toneladas, por las 21 que pesan las que se están retirando. La nueva cubierta de la Gran Vía tendrá 288 soportes de este tipo (cada 1,4 metros), a diferencia de los 180 que tenía el anterior.

 

Para fabricar las vigas, el hormigón se vierte sobre unos moldes de hierro y unos cables muy tensos que, al cortarse, obligan al hormigón a compactarse. Con ello, se logra una mayor resistencia. De hecho, los cálculos del Ayuntamiento hablan de que el nuevo cubrimiento del Huerva sería capaz de aguantar sin problemas el paso de un tanque de guerra de 60 toneladas, y estiman que durará al menos los próximos 150 años. "Es un hormigón de alta tecnología, las calidades se han mejorado mucho en los últimos años", cuenta Miguel Ángel Arnal, director de fábrica de Prefabricados Zuera.

 

Las vigas que soportarán la cubierta del Huerva no difieren demasiado del resto de estructuras que se fabrican en esta empresa para obra civil. "Lo que más las diferencia es su número, un encargo de 300 vigas no llega todos los días", señala Arnal.

 

25 personas trabajando

Las colocación de estas estructuras comenzará el próximo lunes. Actualmente ya se están realizando los preparativos para que todo esté listo para entonces. En concreto, la sociedad Los Tranvías de Zaragoza avanza en la fabricación de los estribos en los muros del cauce, sobre los que descansarán las vigas. Estos soportes, que serán colocados por una grúa de 80 toneladas -más pequeña que la que ahora trabaja en la Gran Vía- se apoyarán sobre una capa de neopreno.

 

Entre viga y viga, se colocarán unas losetas rectangulares, fabricando así un primer 'suelo' en los huecos existentes. Encima de esta primera capa se colocará otra, una losa de compresión de 25 centímetros de grosor. Y sobre esta última se construirá el pavimento o las jardineras que correspondan y que es lo que quedará a la vista del ciudadano, según el proyecto de urbanización de la zona que está realizando el arquitecto Iñaki Alday.

 

En total, trabajarán unas 25 personas en la colocación de las nuevas vigas, un proceso que se prolongará unas cuantas semanas, aunque no tiene un plazo fijo de finalización. Cuando termine, se volverá a cubrir un cauce que, hasta estos días, llevaba más de 80 años oculto a la vista de los zaragozanos, y que volverá a esconderse, en principio, hasta al menos siglo y medio más.