EN ZARAGOZA

Las multas a los bares por incumplir el horario o superar el nivel de ruido se reducen un 27%

Mientras que en 2007, primer año con la ordenanza municipal en vigor, hubo 680 sanciones, en 2009 fueron 498.

La regulación de los bares y discotecas de Zaragoza ha cambiado de manera radical en los últimos años. Basta con hacer memoria y recordar cómo eran hace apenas un lustro los horarios y las costumbres de los locales de ocio nocturno de la ciudad. El cierre se alargaba hasta el amanecer, y la deficiente insonorización de algunos de ellos convertían el fenómeno en un problema de convivencia.

 

Aunque algunos clientes echan de menos esa permisibilidad, el Ayuntamiento y la mayor parte del sector coinciden en que esta nueva regulación ha sido buena para la ciudad y para los propios locales, que saben cuáles son las reglas del juego. Por la cuenta que les trae -las multas son cuantiosas- y aunque hay excepciones, se están acostumbrando a cumplir con los horarios establecidos y a respetar las normas acústicas.

 

De hecho, desde que la ordenanza de distancias mínimas entrara en vigor, y la competencia sancionadora pasara a ser municipal, las multas han ido cayendo. No porque no se deje de vigilar, sino porque los bares saben lo que hay en juego. En 2009 hubo 498 denuncias a bares y discotecas, la mayor parte de ellas por superar los niveles de ruidos y por incumplir los horarios. En 2007, primer año completo en el que estuvo vigente la ordenanza, hubo 680, un 27% más.

 

"Antes esto era la ley de la selva, cualquier cafetería abría hasta las tantas, habría 30 o 40 'after'... Ahora todo el mundo sabe a lo que se expone", señala Fernando Izcara, presidente de la Asociación de Salas de Baile y Discotecas de Zaragoza. Carlos Esain, intendente de la Unidad de Protección Ambiental y Consumo de la Policía Local, apunta que "no hay ninguna zona que sea especialmente conflictiva por tema de horarios" y que el único problema suele venir de los 'after', que "son fácilmente detectables y se denuncian todos los días".

"A la segunda, estás cerrado"

También hay más control sobre los niveles de ruido que generan los locales. Jorge Bernués, gerente de la Asociación de Empresarios de Cafés y Bares de Zaragoza, cree que "hay más concienciación" en la hostelería, en parte porque "los aislamientos que hay que poner son mucho más exigentes". Desde la Asociación Plataforma de Hosteleros de Aragón (Apeha) confirman de que "la concienciación en el sector es máxima", y reconocen que "si das problemas con el ruido, a la segunda que te 'cazan' ya estás cerrado".

 

Aunque sigue habiendo vecinos que no pueden descansar y que llaman a la Policía para que se hagan mediciones del ruido que genera el bar que tienen debajo de casa, hay un dato significativo: en la Policía Local de Zaragoza hay muchas más denuncias por el ruido que causan los vecinos que por el que sale de los locales de ocio. "Por cada una que se tramita contra los bares, puede haber siete u ocho contra vecinos", explica Carlos Esain. En ocasiones, un equipo de aire acondicionado, un instrumento musical sonando a horas intempestivas o incluso los tacones de la vecina pueden ser igual o más molestos que los altavoces de una discoteca.

 

Esain explica que hay tres maneras principales de controlar si los bares cumplen o no con las normas del juego: "Las denuncias de los vecinos, la vigilancia de la Policía y el propio sector de la hostelería". De hecho, los bares y discotecas son los primeros que salen perjudicados si hay una competencia desleal.

Cambio de ordenanza

"Nosotros cumplimos, y nos gustaría que todo el mundo lo hiciera", señala Fernando Izcara, del sector de las discotecas. A este tipo de establecimientos les interesa que los bares respeten con sus horarios de cierre, ya que si los prolongan, se quedan sin clientela. Por ello, no tiene problema en decir que "tendría que haber más controles, ya que no todo el mundo cumple con el horario que debiera tener".

 

Se refiere a bares que el Ayuntamiento considera como 'grupo 1' y que deberían cerrar a las 2.30, pero que a efectos prácticos son del llamado 'grupo 2' y aprovechan para echar la persiana a las 4.30. La ordenanza municipal de distancias mínimas cambiará para adaptarse a la normativa regional, aunque, dicen desde el Ayuntamiento, el contenido no variará.