TODOS LOS SANTOS

La ciudad recuerda a sus difuntos en un fin de semana sin grandes agobios

Solo se registraron pequeñas retenciones ayer por la mañana. Unas 300.000 personas han visitado el cementerio desde el domingo.

El cementerio municipal de Torrero celebró la festividad de Todos los Santos con menores agobios de los previstos. Una circunstancia que se viene repitiendo los últimos años. La previsión de los ciudadanos ha permitido una afluencia de visitas al complejo funerario muy escalonada desde el pasado domingo. Así, y pese al buen tiempo que registró la capital aragonesa, la particular procesión de los vecinos de la ciudad para honrar a sus difuntos pudo desarrollarse sin mayores problemas.


"Es uno de los mejores años. El sol acompaña y hemos llegado en un momento, casi sin atascos", relataba Concha Latasa, a su salida del recinto. Una opinión compartida por muchos de los visitantes, que agradecían la "tranquilidad para estar con los nuestros, sin jaleos", afirmaba Soledad Ortín en la zona antigua del cementerio.


Pese a todo, fueron miles los zaragozanos que se dirigieron a Torrero. Las líneas de autobús -reforzadas en estas fechas- volvieron a llenar todos sus vehículos. Mientras, el Tercer Cinturón y la calle de Fray Julián Garcés sufría ciertas retenciones en hora punta (entre las 11.00 y las 12.00), y los taxis no cesaban de bajar la bandera. En este sentido, el fuerte dispositivo policial y de protección civil permitió el desarrollo de una jornada "sin graves incidencias", según informaron fuentes de la Policía Local.


Actos oficiales

No faltaron las tradicionales ceremonias oficiales. La ofrenda de flores incluyó, en esta ocasión, la visita a la fosa común, donde se celebró un breve concierto a cargo del dueto de cuerda Dúo Arcadia 2008, y se escuchó un breve responso por parte del capellán del cementerio.


La comitiva municipal, encabezada por el concejal de Hacienda y Economía, Francisco Catalá, rindió un sencillo homenaje al monolito de los muertos por la democracia y al de los donantes de su cuerpo a la ciencia, donde representantes de la Universidad de Zaragoza depositaron una corona de flores. Además, se llevó a cabo una ofrenda floral ante las tumbas de Cesáreo Alierta, Ramón Sainz de Varanda y Luis Gómez Laguna, entre otros.


Estado del cementerio

La anécdota de la jornada la protagonizó Luisa Serrano, una zaragozana de 70 años, que interrumpió el recorrido de la comitiva para recriminar a Catalá ciertas deficiencias en las instalaciones del cementerio. "Llevo más de tres año solicitando una escalera móvil para que podamos llegar a las lápidas más elevadas", explicó. Una queja bien encajada por el concejal, que asumió puntuales carencias, aunque resaltó ante los medios de comunicación que "el cementerio está absolutamente preparado" e indicó que "se han hecho las obras necesarias para que sea accesible para todas las personas, también para los discapacitados".


En este sentido, Catalá quiso responder a las críticas vertidas desde el grupo municipal de Chunta Aragonesista, que apuntaban a un descenso del 800 por ciento respecto al pasado año en las inversiones en el cementerio. "Por primera vez -explicó el edil- se ha previsto un plan específico de limpieza para el propio recinto". Agregó que se han arreglado las principales calles internas del cementerio, y que "se han realizado las inversiones necesarias para que un espacio de estas características tenga la dignidad que merece".