ZARAGOZA

La CAI gestionará 20 años la Torre del Agua como centro de exposiciones temporales

La CAI gestionará la Torre del Agua durante los próximos 20 años como un gran equipamiento cultural, dedicado a acoger "exposiciones temporales de impacto internacional". Así lo establece el convenio que firmará en breve la sociedad pública Expoagua con la entidad de ahorros, que tendrá derecho a explotar el edificio por otros diez años y cuyo mantenimiento le costará 1,5 millones de euros al año. Su reapertura se demorará dos años para acometer la adaptación si se levantan otras tres plantas, tal y como se recoge en el avance de intervención.


La comisión ejecutiva de Expoagua dio ayer su visto bueno a la firma de los convenios para la cesión de la Torre del Agua a la CAI y del Pabellón Puente a Ibercaja. En la primera reunión mantenida en Madrid, en la sede del Ministerio de Economía y Hacienda, los socios institucionales concretaron el futuro de los dos iconos arquitectónicos de la muestra. Las entidades de ahorro deberán abonar un euro al año como canon testimonial.


Ibercaja ya adelantó la conversión de la pasarela en un centro de arte contemporáneo, para lo que convocará un concurso internacional de ideas a fin de año. Su director general, José Luis Aguirre, anunció este verano la intención de convertir el puente en una "referencia internacional" no solo por su arquitectura sino por sus contenidos, centrados "probablemente" en nuevas tecnologías y arte de vanguardia.

Los responsables de la CAI no se quieren quedar atrás y apuestan por crear un "centro de exposiciones vivo, activo y de prestigio internacional", donde se organizarán muestras de arte, diseño y nuevas tecnologías.


Solo queda por concretar el alcance de la reforma de la Torre del Agua y si será la propia Obra Social o una fundación la que asuma la gestión cultural, aunque se da por hecho que se deberán cerrar acuerdos con museos para atraer fondos a la ciudad.


Fuentes de Expoagua señalaron que el convenio compromete a la entidad de ahorros a presentar el diseño básico antes del 15 de noviembre y a entregar el proyecto de ejecución a mediados de febrero. La sociedad pública Expoagua ha ofrecido a la CAI un avance de la reforma, encargada al autor de la Torre del Agua, Enrique de Teresa, con la que se elevaría hasta tres alturas para rozar los simbólicos cien metros.


La intervención planteada ha sido valorada positivamente por la dirección de la caja, aunque aún se debe decidir el alcance de las obras en las próximas semanas.


La propuesta técnica implica crear un mirador público en la actual azotea, sobre el que se construirían otras dos plantas: una reservada a zona VIP, con oficinas representativas para la CAI donde celebrar consejos y recibir invitados, y la última dedicada a restaurante de lujo.


Los cambios de usos respetarán la arquitectura de la torre, con su espectacular vacío interior. Sus actuales contenidos desaparecerán, incluida el Splash, para dar cabida a las colecciones que traerá la entidad a la capital, que contarán con unos 3.500 metros cuadrados de superficie útil.


El vestíbulo será la sala principal, dotado de una nueva zona de almacenaje y dedicada a "exposiciones temporales de gran impacto internacional". También habrá otras tres áreas expositivas, repartidas entre la planta intermedia -que se cubrirá para crear dos salas polivalentes- y el actual Nube bar, que desaparece. El tercer espacio será el más llamativo y ocupará el vacío interior del que cuelga el Splash. Será sustituido por instalaciones temporales o por obras encargadas específicamente para este espacio a artistas de reconocido prestigio.


Las mejoras también llegarán a los propios servicios de este equipamiento. Su segundo sótano se reformará para convertirse en aparcamiento.


El uso público no solo afecta a las salas culturales. La CAI se compromete por escrito a que el paseo por las rampas que abrazan el interior del edificio sea público, al igual que el tránsito por la plaza del zócalo de la Torre del Agua.


Usos complementarios


Las exposiciones no serán el único uso, dado que Expoagua autoriza otro tipo de actividades, como las culturales, gastronómicas e incluso comerciales. En este último caso, pensando en la posible apertura de una tienda-museo. Estos mismos usos complementarios se han contemplado en las últimas sedes museísticas españolas, como el exitoso museo de arte contemporáneo de León.


Las citadas fuentes de Expoagua aclararon que la planta de oficinas de la CAI no serían nunca para atender al público, sino que se ha diseñado como zona VIP para los compromisos que tenga la entidad.