ZARAGOZA

En la mitad de los centros concertados de Zaragoza no hay alumnos con necesidades especiales

Veintiséis de los 52 colegios de esa titularidad de Zaragoza no tienen en ESO a estudiantes con discapacidades o desfavorecidos. Por contra, hay otros que asumen un gran número de niños con dificultades.

La mitad de los centros concertados de la capital aragonesa no tienen ningún alumno con necesidades educativas especiales (denominados Acnee) matriculado en el nivel de enseñanza de ESO (12-16 años). En concreto, son 26 de los 52 colegios de estas características que hay en Zaragoza y la mayoría se encuentran en el centro de la ciudad, en Las Fuentes y en Delicias. Por contra, existe algún colegio público en el que hasta casi el 50% de sus matriculados pertenecen a este grupo de alumnos, según los datos a los que ha tenido acceso este periódico.


Además, se dan casos como el de dos centros que están a pocos metros de distancia y en uno de ellos (público) hay 27 niños con necesidades especiales y en el otro (concertado), solo dos.


Los Acnee son aquellos niños que requieren atenciones específicas o de refuerzo bien porque padezcan una discapacidad física, psíquica o sensorial, porque tienen trastornos de conducta o porque se encuentran en situaciones sociales desfavorecidas. Según la orden de la DGA que regula la escolarización de estos alumnos, deben matricularse en centros ordinarios (públicos o concertados), que tienen la obligación de admitirlos.


En determinados casos se les envía a colegios de Educación Especial. Estos están destinados a los alumnos que, por su discapacidad, requieran adaptaciones significativas o extremas y cuando se considere por ello, que sería mínimo su nivel de adaptación y de integración social en un centro escolar ordinario.


El problema de la falta de equilibrio en la distribución de los Acnee no se debe a que los concertados no los admitan. De hecho, hay colegios de esa titularidad que acogen a un elevado número de niños con necesidades y que cuentan con gran experiencia en los programas de apoyo a estos jóvenes. En la zona 6 (Delicias-Valdefierro-Oliver), por ejemplo, hay varios de ellos.


Según las fuentes consultadas, una de las causas de que no tengan alumnos de este tipo podría ser que terminan el periodo de preinscripciones y el de matrícula con cifras altas (algo que no está fuera de la normativa). De este modo, a lo largo del curso no pueden admitir a ninguno de los que llegan fuera de plazo porque están completos. Por ejemplo, un colegio concertado admite ahora a 30 estudiantes en primero de ESO, mientras que uno público se queda en los 27 (cifra que recomienda la Administración). Si en octubre llega un niño con necesidades educativas, este deberá escolarizarse en el centro en el que haya sitio, en este caso, en el público.


Respuesta de los centros


Desde el sindicato FSIE que representa a la mayoría de los profesionales de la escuela concertada, discrepan de este planteamiento e insisten en que sí tienen alumnos con necesidades educativas especiales, pero no están diagnosticados. "Puede ser que el equipo de orientación o la Administración no los haya examinado todavía, pero eso no significa que no tengamos Acnee en nuestros centros", argumentó Carlos Martín, secretario general de FSIE Zaragoza. "Hay que tener en cuenta que algunos colegios concertados, por su ubicación, necesitan transporte. Si este no está financiado, ni tampoco lo está el comedor, es difícil que una familia sin recursos lo elija. Es lógico que no opte por un centro que le cueste dinero", añadió.


Por su parte, CC. OO. argumenta que para evitar estos problemas se debería determinar que en cada clase se tenga o se guarde un número determinado de puestos para los alumnos con necesidades educativas especiales. De este modo, se evitaría que los que llegan fuera de plazo solo puedan ser escolarizados en determinados centros, ya que habría sitio en muchos más. Consideran que si no se hace esto, se corre el peligro de que algunos colegios o institutos se conviertan en guetos. Además, insisten en que tanto en Infantil, Primaria como Secundaria hay que reducir las ratios a 15 alumnos en los dos primeros niveles y a 20 en la ESO e introducir programas y medidas concretas para la detección precoz de las necesidades educativas especiales.