El principal comprador privado de la Expo no se instalará finalmente en los suelos de Ranillas

El parque empresarial que impulsa la sociedad Zaragoza Expo Empresarial no deja de llevarse disgustos. A la parálisis casi total de ventas desde que terminó la Expo 2008 y a las renuncias y rebajas de acuerdos por parte de compradores privados se une ahora un nuevo varapalo. DKV, la empresa que más suelo había reservado de las que faltaban por firmar, no se instalará finalmente en Ranillas, según confirmaron a este periódico fuentes cercanas a la negociación.

La aseguradora había reservado en junio de 2008 los 8.334 metros cuadrados del edificio Ronda 1-A. Se trata de la esquina que ocupó en su día el pabellón de Marruecos. La operación se iba a cerrar en 24 millones de euros. Desde entonces, DKV ha tratado de renegociar con Zaragoza Expo Empresarial un reajuste del precio que tuviera en cuenta la bajada generalizada de precios que se está dando en todo el sector inmobiliario. Sin embargo, según reconoce la propia sociedad estatal, no hay intención de poner condiciones más ventajosas por el suelo de Ranillas.

Según señalan las citadas fuentes, el principal motivo por el que DKV finalmente renunciará a instalarse en Ranillas es la excesiva presencia de sedes de la administración, una vez conocida la reserva de 50.000 metros cuadrados por parte de la DGA para trasladar las sedes judiciales.

De hecho, para renunciar al contrato la aseguradora hará uso de una cláusula que recogía que si Zaragoza Expo Empresarial destinaba más del 30% del recinto a usos no empresariales, podrían rescindir la reserva. Los espacios que destinará la DGA a los nuevos juzgados supondrán, precisamente, el 30% del suelo total del parque empresarial, que tiene 165.000 metros cuadrados destinados a oficinas.

Esta excesiva presencia de la administración en un recinto que iba a ser meramente empresarial no ha gustado a algunas empresas, que creen que Ranillas "se está convirtiendo en algo distinto a un parque empresarial", y que temen que solo haya actividad real de 8.00 a 15.00.

DKV sigue pensando en buscar un nuevo emplazamiento para sus oficinas centrales de Zaragoza, pero lo hará fuera del parque empresarial. Sus oficinas de la avenida de César Augusto se han quedado pequeñas, y ahora explorará otras posibilidades en otros inmuebles de la ciudad.

Parálisis en las ventas

La huida de DKV se suma al problema de ventas que tiene Zaragoza Expo Empresarial desde que terminó la muestra. Desde entonces ha recibido más malas noticias que buenas. La primera renuncia de suelo fue la del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales, que en junio del año pasado decidió no ejecutar la opción que tenía sobre una de las plantas del recinto.

Después, en octubre, el Grupo Jorge formalizó la compra de 1.700 metros cuadrados, con una opción que podría ampliar el espacio hasta los 3.536 metros cuadrados. Sin embargo, esta empresa había reservado dos años antes 9.220 metros cuadrados, por lo que finalmente solo se quedó con el 20% de lo previsto inicialmente. Además, Master-D, que reservó una superficie similar a la de DKV, quería renegociar el precio del suelo y a punto estuvo de olvidarse de Ranillas. De momento no ha firmado nada.

Así, solo dos empresas privadas han asegurado su presencia en el Actur, el mencionado Grupo Jorge y el Banco Popular. Además, también ha formalizado su compromiso con el recinto la Jefatura Central de Tráfico, dependiente del Gobierno central y que ocupará 5.000 metros cuadrados del edificio Ronda 2-B. La otra operación cerrada ha sido con la corporación pública de RTVE, que se instalará en 3.800 metros cuadrados del Ronda 3-B.

El gran desembarco de las administraciones llegará con la DGA, que ocupará los edificios Actur 1, 2, 3, 4 y 5 (los de las comunidades autónomas), además del edificio Ebro 1.