Las dos parcelas del barrio del AVE que quedaron desiertas el pasado septiembre no han logrado comprador. Fuentes de la sociedad Zaragoza Alta Velocidad (ZAV) confirmaron ayer que nadie ha pujado por estas fincas pese a que se habían dividido en cinco lotes para facilitar su enajenación. Con este nuevo revés al programa de obras del convenio del AVE, que se sufraga mediante la venta de los suelos ferroviarios, solo el 40% de la inversión en marcha está cubierta mediante las plusvalías urbanísticas de los terrenos del entorno de la intermodal.

Para pagar el resto, ZAV debe acudir a los bancos, con los costes financieros que esto supone. Aunque admitió el "contratiempo", la sociedad, encargada de la gestión del convenio, garantiza que no hay ningún problema para pagar las obras y que no se producirán recortes en los planes previstos.

Las dos parcelas, situadas en la trasera de la calle de Felisa Soteras de Las Delicias, tienen capacidad para 540 viviendas y 22.000 metros cuadrados de oficinas y comercios. El proceso de venta se inició el pasado agosto, con un precio de salida de 121,3 millones de euros. No obstante, cuando se abrieron las plicas en septiembre, no había ningún comprador.

En la subasta figuraban otras dos fincas, que sumaban 160 pisos y 17.000 metros cuadrados destinados a usos terciarios. Estas dos parcelas sí que encontraron adjudicatario. ZAV se ha embolsado por estas ventas 52,2 millones de euros.

Divididas en lotes

La sociedad ZAV decidió sacar de nuevo a subasta las dos fincas que quedaron desiertas. Para que fueran más atractivas para las empresas promotoras decidió dividirlas en cinco lotes. El primero, con 122 pisos y 4.753 metros cuadrados de terciario, se puso en venta por 27,4 millones. El segundo (98 viviendas y 3.474 metros para oficinas y comercios) se valoró en 21,7 millones.

Los 119 pisos y 3.474 metros cuadrados para otros usos del tercer lote tenían un precio de salida de 27,1 millones. El cuarto (107 viviendas y 5.725 metros cuadrados de terciario) se tasó en 25,5 millones y el quinto y último (94 pisos y 3.749 metros cuadrados administrativos y comerciales), en 21,1 millones. En total, 122,8 millones.

El plazo de presentación de ofertas para adquirir estos terrenos, que en total disponen de 80.515 metros cuadrados de aprovechamientos urbanísticos lucrativos, concluyó el pasado viernes sin que ninguna empresa se decidiera a pujar pese a que hasta cuatro aspirantes habían manifestado su interés por estos terrenos. El pinchazo de la burbuja inmobiliaria, con los problemas que esto supone para las promotoras a la hora de encontrar financiación para sus operaciones, es la principal causa del desinterés empresarial por estos suelos.

La sociedad Zaragoza Alta Velocidad no aclaró ayer qué pasos tiene previsto dar para vender esos suelos, ni si va a reducir el precio de salida o a introducir algún tipo de modificación en los pliegos para que finalmente esas fincas encuentren comprador.

La entidad se limitó a insistir en que, a pesar de este traspié, "todas las obras tienen financiación asegurada". "No hay ningún motivo de alarma. Habrá que buscar alguna solución", informaron las citadas fuentes.

Garantías de financiación

No obstante, en estos momentos la sociedad Zaragoza Alta Velocidad solo ha ingresado alrededor de 135 millones de euros por venta de suelo, frente a los 256 millones que debería tener en la caja para hacer frente a las obras del barrio del AVE. Frente a esa cantidad, actualmente están en ejecución unos 350 millones de euros, por lo que los fondos procedentes de las subastas de terrenos solo cubren el 40% de los gastos. Además, buena parte de las obras en ejecución se entregarán antes de junio, por lo que habrá que destinar ingentes cantidades de dinero a sufragar las certificaciones pendientes.

Mientras ZAV resuelve la venta de esas dos parcelas desiertas, ya está prevista la enajenación de otras dos en la avenida de Navarra, donde se construirán seis edificios con capacidad para 308 viviendas, oficinas y comercios junto a la nueva plaza de la intermodal. A estos terrenos se sumará próximamente otro gran edificio en unos terrenos contiguos.