Cerca de trescientas personas han participado en la manifestación convocada en Zaragoza con motivo del Día Internacional del Orgullo Gay y Lésbico, una marcha festiva con la que han pedido un Aragón "incluyente y abierto" y absolutamente ajeno a la discriminación sexual y racial.

La manifestación ha partido de la plaza San Miguel de la capital aragonesa y ha recorrido las principales calles de la ciudad en un ambiente festivo y sobre todo pacífico, para llegar a la plaza de Aragón, donde han leído un manifiesto.

Durante la marcha se han podido leer carteles con mensajes como 'Ni cívicas ni ordenadas, locas y amaneradas', 'Con fronteras no hay orgullo', 'Orgullo es protesta' o 'Transexualidad no es enfermedad. Escuelas sin armarios', además de que se han izado numerosas banderas del arco iris, que precisamente simboliza a la comunidad gay.

La manifestación ha sido convocada por la Plataforma 28 de junio, de la que forman parte numerosas asociaciones, sindicatos o partidos políticos, y su portavoz, Pepe Paz, ha explicado a los medios de comunicación que este año han decidido unir sus reivindicaciones a las de los inmigrantes, en un momento en el que se está tramitando una nueva Ley de Extranjería.

En este sentido, ha dicho que muchas personas inmigrantes vienen a España porque en sus países "les espera como mínimo una homofobia social intensa" e incluso en muchos casos incluso "la muerte, el encarcelamiento o los latigazos", y ha reconocido que son los países árabes donde la situación está más difícil para estas personas.

A su juicio, hay que recibir a estas personas igual que se hace con los refugiados políticos, algo que "es muy difícil", ha lamentado, por lo que "sufren un doble castigo, el que sufrían en origen y el que tienen al intentar entrar aquí".

Otra de las cuestiones a las que este año se presta más atención es la educación, un ámbito en el que -ha apuntado- hay que trabajar de forma intensa "para incluir a todo tipo de afectividades y familias" en los textos, ya que en este momento "todo queda en manos de la buena voluntad de profesorado, y eso no puede ser".

En el manifiesto han apostado por un "Aragón incluyente y abierto" y han rechazado la instalación de un centro de internamiento de extranjeros en Zaragoza, el retorno forzoso y cualquier ley que permita encarcelar o perseguir a personas por su origen.

Además, han reclamado al Gobierno de Aragón la inclusión de la diversidad afectivosexual y de modelos de familia en todos los tramos de la educación; la revisión de los textos educativos existentes; y la difusión de materiales y programas en este sentido.