Los autobuses urbanos no tendrán por ahora internet a bordo por el fiasco del wifi municipal

El fracaso del wifi municipal, bautizado en su día como Wizi, ha tenido un indeseado efecto secundario. Los autobuses urbanos no tendrán servicio de internet a bordo para sus usuarios, ya que el pliego de condiciones que redactó el Ayuntamiento obligaba a que se instalara el servicio municipal, pero este se va a desmantelar. Así, el Consistorio busca ahora una solución que permita dotar a los buses de wifi, pero aún no ha decidido ni cómo ni cuándo lo hará.

En 2011, el gobierno socialista lanzó un servicio de wifi municipal que costó 3,5 millones de euros para que los vecinos tuvieran un acceso inalámbrico a internet a precios accesibles casi en cualquier punto de la ciudad. Poco después, el Ayuntamiento empezó a redactar los pliegos de condiciones del servicio de autobús urbano, e incluyó que se valoraría que las ofertas incluyeran un servicio de wifi. Para potenciar el Wizi, se establecía que este fuera obligatoriamente el sistema instalado, en lugar de un wifi abierto a todo el mundo.

Avanza Zaragoza (entonces Tuzsa) ganó el concurso del bus urbano. En su oferta, incluyó incorporar unos ‘router’ que ofrecerían a los abonados del Wizi un acceso a internet en las mismas condiciones que si se conectaran a través de una de las 462 antenas que el Ayuntamiento había repartido por la ciudad. El contrato con Avanza se firmó el 1 de agosto de 2013, y desde el principio se trabajó para cumplir con esta condición acordada.

Durante meses se sucedieron las reuniones entre la concesionaria del bus con el servicio de Ciudad Inteligente del Ayuntamiento (del que depende el Wizi) y con Eurona (la empresa que gestionaba el servicio). En verano de 2015, Avanza terminó de instalar el nuevo equipamiento embarcado, que conecta a los buses con las cocheras, pero faltaba por colocar el ‘router’ secundario que permitía servir el wifi municipal. Sin embargo, la empresa comenzó a informar al servicio de Movilidad del Ayuntamiento de las "dificultades y tardanza" en obtener información por parte de Eurona, hasta el punto que "hace más de un año que no se obtiene ninguna respuesta".

De hecho, ante las dificultades que tenía con el Wizi, Avanza propuso al Ayuntamiento instalar un wifi libre, con un equipamiento independiente. Eso sí, tenía un coste para el Consistorio de 66.000 euros al año con tecnología 3G y de 86.000 euros al año con 4G. La opción se acabó descartando.

Para esas alturas, el wifi municipal ya se había dado de bruces con la evolución tecnológica y los hábitos de los usuarios, que iban por otro lado. En el expediente que recoge toda la información, se reflejan las dificultades que tuvieron en el área de Movilidad para que Ciudad Inteligente (otra área del Ayuntamiento) les informara del estado del Wizi. Finalmente, fue a través de una información de HERALDO como Movilidad conoció que el Ayuntamiento había decidido desmantelar el Wizi, algo que semanas después les confirmó el servicio de Ciudad Inteligente.

Con todas estas circunstancias, se da la paradoja de que Avanza estaba dispuesta a instalar un servicio de wifi para los usuarios del autobús urbano, pero el contrato firmado por el Ayuntamiento le obligaba a que fuera con el sistema Wizi, cuando este se encuentra en proceso de desmantelamiento. Así, el servicio de internet a bordo se queda en el aire, aunque fuentes municipales señalaron que se va a trabajar en una opción alternativa.

De momento, lo que sí ha hecho el Ayuntamiento es requerir a Avanza que instale el ‘router’ secundario –que debía dar soporte al Wizi– como sistema de comunicación con cocheras alternativo al principal, aunque de momento no vaya a incluir internet.