El viejo almez del parque Bruil vuelve a la vida

El viejo almez del Parque Bruil de Zaragoza, al que muchos vecinos se abrazaban para recoger su energía y que murió hace dos años, ha vuelto a la vida. José Llorente, a golpe de motosierra, ha convertido el antiguo árbol centenario en una escultura zoomórfica. Un lobo, dos águilas, dos lechuzas, una ardilla y una cigüeña parecen recorrer las ramas secas del vetusto ejemplar, que forma parte ya de la memoria emocional del barrio.

Los vecinos han estrenado este sábado la escultura y están muy contentos. Es un ejemplar con mucha historia y ya lucía sus hojas allá por el siglo XIX, cuando el parque no era parque sino la finca de don Juan Bruil. “Me alegra verlo así, porque pensábamos que se iba a perder definitivamente”, ha dicho Mari Carmen Turégano, de la plataforma Vive el Parque Bruil y presidenta de la asociación de vecinos Parque Bruil-San Agustín.

“Queríamos reivindicar un recuerdo de lo que había sido este árbol. Estamos contentos con lo que hemos conseguido. A ver si lo hacemos en más árboles”, ha afirmado Turégano. Hasta el parque se ha acercado el concejal de Servicios Públicos, Alberto Cubero, que ha dicho que la obra, que ha costado unos 2.500 euros, “es un homenaje a la biodiversidad del parque para que perdure en la historia de los vecinos y vecinas”.

José Llorente, que empezó en el mundo de la escultura con motosierra hace ya 14 años y que ha cosechado varios premios, ha explicado que ha tallado “animales relacionados con las ramas de un árbol, para que estén como vivos”. Lo ha hecho con la ayuda de distintas motosierras y mucho cuidado. “Te tienes que adaptar a la madera que tienes y empezar a dar cortes controlando mucho porque si te pasas no puedes reparar. Quitando lo gordo y perfilando con mucho tacto. Hay que ver en tu mente lo que quieres realizar”, ha detallado.

Llorente, que ha trabajado seis días en esta obra, ha señalado que el ejemplar lleva un tratamiento anticarcoma y un barniz ignífugo que posibilitará su conservación. Quizá en un par de años haya que darle un repaso para garantizar el mantenimiento de estos animales de madera.

Los vecinos han aprovechado el acto para reclamar mejoras en el parque, que a su juicio está en un estado “lamentable”. “Cada año perdemos bastante arbolado, no se replanta y el sistema de riego que se puso en la reforma de 2008 ha perjudicado bastante”, ha dicho. Ha llegado por tanto la hora de darle un poco más de cariño al parque Bruil y al resto de zonas verdes de la ciudad. En esto, el viejo almez estará de acuerdo.